Es tiempo de cambios, hagámoslos

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Profesor Evaristo Velasco Álvarez.

Desde hace ya muchos años he venido creando en mi mente una idea importante que se deriva de esta pregunta: Después que nos vinieron a saquear y desde hace siglos no han parado de hacerlo, los conquistadores europeos se llevan nuestros tesoros y el esfuerzo de la gente, ¿por una disque deuda con ellos por derechos de conquista? Y no digo que nos dejaron muchas cosas de las cuales a diario echamos mano, ¿pero debemos seguir pagando?

Los países asiáticos, africanos, oceánicos y americanos nos vemos a diario ante esta falta de razonamiento en nuestros tiempos. Y demandan los países poderosos su derecho adquirido cuando en el pasado, en la gran invasión territorial que los europeos se abrogaron el derecho porque “EL PAPA” les concedió el permiso de ir a “EVANGELIZAR” a los “incultos y paganos” habitantes de las tierras lejanas fuera de Europa.

Y así, por centenares de años se han apropiado de vidas y haciendas que son propiedad legítima de los pueblos originarios, viviendo con excesos de lujo entre ellos, mientras que los verdaderos dueños de las riquezas apenas alcanzan a medio vivir. Y se roban: los diamantes, las esmeraldas, el petróleo, el oro, la plata, el hierro, el cobre, el litio, el uranio y cuanto de valor se encuentran.

Ahora lo hacen en muchos de los casos, disfrazados de compañías y consorcios financieros, pero que son los mismos. A los pueblos originarios los han dejado si no en la miseria, sí desvalorizados por propios y extraños. Recluidos en “reservas” en donde si bien pueden seguir manejando sus costumbres y su idioma, con dificultades logran que sus hijos acudan a alguna universidad.

Pero nosotros, los que con claridad podemos ver todas estas injusticias e irregularidades, debemos hacer lo que nos corresponde; crear líderes y representantes que de verdad nos representen; exigir leyes que de verdad nos igualen a todos en todo, y que la única diferencia entre unos y otros de los habitantes del mundo, sean los logros ganados personalmente.

Con el alma plena de necesidades de justicia y equidad, hago un llamado a todos los que lean este documento a que nos integremos en una fuerte unidad de la búsqueda de la justicia. Que los bandidos (lobos con piel de oveja), dejen ya de saquear a nuestros pueblos, y que dejemos ya en el olvido la frase de: HOMO HOMINI LUPUS. Volvámonos verdaderos hermanos del hombre, para ¡Que viva México!

velasco_alvarez@yahoo.com