José C. Serrano Cuevas.
Silvano Aureoles Conejo, nació en Carácuaro, Michoacán hace 56 años. Es miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y, representó al III Distrito Electoral Federal de ese estado, con sede en Zitácuaro durante la LXII legislatura, en la cual fungió como presidente de la Cámara de Diputados. Fue gobernador de la entidad de 2015 a 2021.
Es ingeniero agrónomo especialista en bosques, por la Universidad Autónoma de Chapingo; tiene una maestría en Ciencias para el Desarrollo Rural Regional, que cursó en la misma universidad.
A partir del 10 de noviembre último una noticia recorre el orbe: «Abren las puertas del búnker secreto de Silvano Aureoles. Las habitaciones que ocupó el exgobernador perredista tienen blindaje en sus paredes, techo y ventanales».
El actual gobierno de Michoacán, a cargo de Alfredo Ramírez Bedolla, emanado de las filas del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), abrió a los medios de comunicación las puertas del área exclusiva de la casa de gobierno, ubicada en el sur de la ciudad de Morelia, para mostrar el búnker que utilizó, durante los últimos cinco años Silvano Aureoles.
El búnker se compone de tres secciones, con una superficie de 120 metros cuadrados, cuyo acceso es a través de una puerta de madera, seguida por otra totalmente blindada.
En la primera sección se halla el área para la sala y el dormitorio del entonces gobernador, divididos por un muro de piedra. Frente al espacio que ocupaba la cama del mandatario, se ubica un mueble de madera que asemeja ser el soporte de una pantalla de televisor, el cual cuenta con un mecanismo electrónico para abrir un pasadizo secreto a manera de ruta de escape y, cuya salida está protegida con otra puerta blindada, cercana a una cancha de baloncesto y un pasillo que da a los helipuertos oficiales.
La segunda sección del búnker consta de un espacio de 15 metros cuadrados, con armarios de madera y cristal, totalmente iluminados, así como dos cajoneras para guardar relojes y joyería diversa.
La tercera pieza es de 25 metros cuadrados, donde se habilitó un spa que, incluye dos baños sauna, un jacuzzi, dos duchas y sanitario. Un virrey, como se ha motejado en México a los gobernadores estatales, fantasea que requiere de estos excesos para obtener el respeto de sus gobernados; para ser aceptado en los círculos provincianos de rancio abolengo y, de los juniors y nuevos ricos despilfarradores de fortunas de dudosa procedencia.
Silvano Aureoles Conejo, para justificar erogaciones tan absurdas, declaró en algunos medios de difusión que, durante su gobierno en el pasado reciente descubrió un plan del crimen organizado para asesinarlo, aunque no reveló qué grupo delictivo estaba detrás de dicha amenaza.
Un búnker, originalmente, era una construcción hecha de hierro y hormigón que, se utilizaba en las guerras para protegerse de bombardeos tanto de la aviación como del fuego de la artillería. En un recorrido hemerográfico es posible encontrar datos de búnkeres famosos ocupados por gobernantes poco escrupulosos: el de Adolfo Hitler, el de la familia del general Anastasio Somoza Debayle y el de la Casa Blanca norteamericana.
El actual gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, ha anunciado que continuará viviendo en su casa particular, por lo que la residencia ubicada en el sur de la capital del estado será destinada únicamente a actos oficiales o a jornadas culturales abiertas al público. Algo similar al uso que se le da a Los Pinos edificada en la capital del país.
Silvano Aureoles Conejo, seguramente, extrañará en su vida como exgobernador, su impenetrable búnker de Morelia y a los 186 escoltas encargados de resguardar su seguridad.