Agua para la laguna entre los proyectos de la 4T

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Carlos Padilla Muñoz.

Con el decreto del Presidente Andrés Manuel López Obrador de elevar a rango de asuntos de Seguridad Nacional los proyectos y obras fundamentales para el país como el Tren Maya, el Aeropuerto Santa Lucía, la refinería Dos Bocas y el Proyecto de Agua Saludable para la Laguna con una inversión esta última de 12 mil millones de pesos, estarán blindados, aunque los opositores consideran que se trata de una actitud autoritaria y hasta anticonstitucional.

Por lo pronto en el caso del Proyecto de Agua Saludable para la Laguna, que consiste en construir un acueducto desde la presa Francisco Zarco hasta la zona metropolitana de Torreón, Gómez y Lerdo y a otros seis municipios de Coahuila y Durango, se garantiza la obra a pesar de los amparos y obstáculos para que no se construya que han interpuesto grupos de ejidatarios, líderes y presuntos ambientalistas, que buscan llevar agua a su molino.

Presidente Andrés Manuel López Obrador

Mucho se ha analizado el aspecto ecológico, el impacto económico y el semblante social, así como las relaciones de poder en torno al destino agrícola, ganadero e industrial del agua que bajaría de la presa Francisco Zarco para abastecer a más de un millón 600 mil habitantes de la Comarca Laguna, Torreón, Matamoros, Viesca, San Pedro y Madero de Coahuila y Gómez Palacio, Ciudad Lerdo, Tlahualilo y Mapimí de Durango.

Por décadas se han escuchado voces de cientos de miles de laguneros que día a día sufren el desabasto de este líquido, o han tenido que aprender a vivir pegados a los grifos domésticos, rezando para que salga agua, y no tierra o aire.

Sabemos de la poca transparencia con que se han manejado las grandes obras como el Tren Maya, Aeropuerto Santa Lucía o la Refinería Dos Bocas, y los contratos de obras sin licitaciones y dados directamente por funcionarios de la Cuarta Transformación, posiblemente podría pasar lo mismo en la Laguna con esta mega obra.

Sería conveniente que los organismos de la iniciativa privada de la Laguna exijan que se les tome en cuenta para la realización de estas obras, para que no se otorguen directamente y sin licitaciones a empresas foráneas propiedad de funcionarios federales, sus amigos, familiares y compadres, como sucede generalmente. Sabemos que en la construcción de obras públicas y la inflación de sus costos, está en verdadero negocio de los políticos y funcionarios.

 Con la inversión de los 12 mil millones de pesos de este proyecto que consiste en el acueducto, la planta derivadora y purificadora, hasta la reposición de la tubería casera en los municipios, los gobiernos de Coahuila y Durango, así como los municipales, podrán resolver este grave problema del desabasto de agua potable.

Actualmente, en todos los municipios de la Laguna, unos más que otros, se sustrae agua contaminada con cantidades de arsénico mayor a la permitida por la Organización Mundial de la Salud. En Torreón se perfora a más de 600 metros para extraer agua con cantidades mayores a las permitidas y los filtros para eliminar este metal pesado son muy caros y de resultados no recomendables.

No es la solución total

El Proyecto de Agua Sustentable para la Laguna, podría no ser la solución definitiva para esta región en materia de desabasto de agua potable, los 2000 millones de metros cúbicos que serán derivados de la Presa Francisco Zarco por ahora serán suficientes, pero en el futuro podría haber problema para que se pueda sacar esta cantidad de la presa, porque hay otros compromisos con ejidatarios y pequeños productores agrícolas y la guerra por el agua está a la orden del día.

Aparte, según denunció el viejo líder político Jesús Contreras Pacheco, son los pequeños propietarios, en su mayoría de Lala, quienes consumen el 70 por ciento del agua que se sigue sacando con pozos y que han sido los principales responsables de la sobreexplotación de los mantos acuíferos en la Laguna.

Según Contreras Pacheco, los latifundistas modernos ya son dueños del 80 por ciento de tierras y pozos, situación supera a cuando Lázaro Cárdenas repartió las Tierras en la década de los 40s.

Es entonces que recobran fuerza los proyectos de traer más agua a las presas laguneras y la Laguna, como el Plan Meva que consiste en desviar los ríos Piaxtla y San Lorenzo de la sierra de Durango, cuyos excedentes del 50 por ciento van al mar.

Existe otro proyecto de traer agua de otras regiones y hasta de traer mediante un costoso acueducto agua del mar para purificarla aquí.

Con el calentamiento global, la cantidad que recibe la Presa Lázaro Cárdenas y la Francisco Zarco, se reducen cada año, y la población de los municipios de la Laguna crece.

Por lo pronto, el decreto de que el Proyecto de agua saludable para la Laguna se contemple dentro del rango de Seguridad Nacional, le da a los laguneros esperanza de contar con agua por algunos años más. Una vez más la Laguna se niega a morir.

Cronicadelalaguna2019@gmail.com