Caciques sindicales en el STPRM

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José C. Serrano Cuevas.

Arturo Alcalde Justiniani y Bertha Elena Luján Uranga, son los progenitores de Luisa María Alcalde Luján, quien es la actual titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). 

Arturo Alcalde Justiniani es abogado especialista en derecho laboral. Durante su larga trayectoria como litigante en esa rama, ha sido asesor o apoderado legal de gremios que han sostenido intensas luchas en favor de los derechos de los trabajadores, como el Frente Auténtico del Trabajo; la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores; la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación en México; el Sindicato Único de Trabajadores del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos; el Sindicato Único de Trabajadores de Nacional Financiera, y el Sindicato Único y Democrático de Trabajadores del Banco de Comercio Exterior, entre otros.

A Luisa María se le salió de las manos la elección en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM)

Bertha Elena Luján Uranga es contadora pública, mujer política militante del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Fue titular de la Contraloría del Gobierno del Distrito Federal (D.F.), durante la administración del licenciado Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Desde noviembre de 2015 hasta octubre de 2019 fungió como presidenta del Consejo Nacional de Morena.

Luisa María Alcalde Luján es licenciada en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y maestra en derecho por la Universidad de California en Berkeley.

Comenzó su actividad política al participar en las protestas llevadas a cabo contra el desafuero del entonces jefe de Gobierno del D.F., AMLO, en 2005. En 2012 fue elegida diputada federal en la LXII Legislatura por el partido Movimiento Ciudadano (MC), donde fue secretaria de la comisión de Trabajo y Previsión Social, concluyendo el cargo en 2015.

Especialistas en materia laboral, críticos no afines al partido en el gobierno, han mencionado en reiteradas ocasiones, que a la joven funcionaria, no le ha ido del todo bien en su desempeño en el cargo.

Recientemente, se ha sabido que a Luisa María se le salió de las manos la elección en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), porque no previó la magnitud que tienen los caciques sindicales afines al exdirigente Carlos Romero Deschamps, para «aterrorizar» a los trabajadores que participaron en las votaciones seccionales.

María Cristina Alonso García, trabajadora de la sección 44 dice que Alcalde Luján no tenía previsto que los líderes cercanos a Romero Deschamps tienen el control del proceso y las urnas. La secretaria quiere mantener la postura de que «todo está bien, cuando los trabajadores estamos viviendo un proceso amañado».

La senadora Cecilia Margarita Sánchez García, por su parte, afirma que Luisa María Alcalde «vive en un mundo de fantasía donde para ella todo es correcto y es transparente, cuando la democracia sindical sigue siendo una farsa».

Héctor de la Cueva, coordinador del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas), expresó que la STPS debe acompañar desde el inicio del proceso la elección. «La autoridad laboral debería ser más sensible con las denuncias y no solamente pactar con la dirección del sindicato».

Aunque la STPS aseguró que se realizó una jornada de votaciones «copiosa y no se registraron incidentes mayores» (16 de noviembre la primera etapa), desde el miércoles 17 el Centro Federal de Conciliación ha recibido 280 quejas y denuncias sobre posibles violaciones a la libertad y democracia sindical, que podrían tener como consecuencia la reposición de este proceso de elección.

La secretaria Luisa María Alcalde Luján, está muy confiada en que su padre es el estratega en política laboral en el gobierno de AMLO; es el encargado de diseñar las iniciativas en la materia y de tomar las decisiones operativas que corresponden a la STPS. Es cierto, pero cuando la ministra en retiro Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, entregó el cargo como secretaria de Gobernación, el presidente de la República le ofreció, como recompensa, darle la titularidad de la dependencia ahora en apuros.