Neoliberalismo y la cruzada por la democracia neoliberal

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Fernando Fuentes García.

De acuerdo con la politóloga Wendy Brown, en entrevista con el premio Pulitzer, Chris Hedges, la intención de los arquitectos del neoliberalismo era limitar radicalmente la democracia y la relación del liberalismo con la democracia. La naturaleza del proyecto, explícitamente antidemocrático, era buscar la transición pacífica del poder (de las democracias a las plutocracias regidas por la corporocracia y bancocracia). Para ello se requeriría de una clase política y un Estado que apoyara y promoviera el libre mercado, se mantuviera fuera de este y ayudara a socavar a la democracia, pacificando (neutralizando) a la ciudadanía; es decir ayudando a su despolitización, inmovilización y manipulación, previendo que la mayoría (el pueblo), en algún momento podría reclamar las riendas del poder (ver entrevista: https://youtu.be/53Ckm-e1LxQ).

La intención de oligarquización había sido ya tomada desde 1914. John Saxe Fernández, nos expone la advertencia desatendida que el ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, Louis D. Brandeis (1856-1941), hiciera en su libro Other People’s Money: “En Estados Unidos, podemos tener democracia o bien podemos tener mucha riqueza centrada en una minoría, pero no podemos tener ambas cosas”. Brandeis, hacía referencia a la insolente forma en la que los banqueros incentivaban las inversiones entre grupos corporativos, colocándose en cargos dentro de sus juntas directivas (https://www.jornada.com.mx/2021/11/04/opinion/022a1eco).

Es así que hoy ese país ya no es una democracia, sino un sistema de gobierno intermedio entre la “autocracia” y la democracia, denominado como anocracia por la Dra. Barbara Walter, consultora de la CIA y politóloga de la Universidad de California en San Diego (https://bit.ly/3myuieq). El analista en geopolítica, Alfredo Jalife Rahme, define mejor el sistema como una ciberbancocracia, que concentra la riqueza y el poder en cuatro gigantescos bancos (Vanguard Group, BlackRock Fund Advisors, StateStreet, Fidelity Management & Research) y que controla la maquinaria propagandística tecnológica de Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft. En un artículo pasado, destaqué a los titiriteros de los medios y del mundo, que destapa en su libro Gigantes, la elite del poder global, el profesor en sociología política, Peter Philiphs (ver: https://youtu.be/ZUGh1Su7-ok).

En la insolente forma de actuar expuesta por Brandeis, se inspiran los contemporáneos banqueros y líderes de corporaciones para expandir su riqueza y poder, estableciendo entre otras fórmulas, gobiernos en la sombra. Los que bien podemos reconocer en México, en los numerosos organismos autónomos establecidos y en las figuras de los ex presidentes neoliberales o bien en la administración del presidente Joe Biden, en la que BlackRock logró colocar a tres de sus más importantes funcionarios. Mas, sin embargo, el presidente Biden, declara que Estados Unidos lidereará la lucha por la democracia en su Cumbre por la Democracia, celebrada virtualmente el pasado diciembre, en la ausencia de casi la mitad de los estados miembros de la ONU y teniendo como invitado especial al auto declarado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, ungido por Donald Trump, a quien pretendían imponer con un golpe de estado suave con la falacia de los derechos humanos.

Como bien analiza José Blanco, la democracia de Biden se trata de parar el avance en los mercados de China y Rusia (https://www.jornada.com.mx/2021/12/14/opinion/019a2pol). De ahí el actual conflicto con Ucrania, que, bajo el manto de la democracia se han atrevido a poner al mundo al borde de una hecatombe. Blanco considera también, que la gran desigualdad social y económica creada por el sistema neoliberal, la han transformado en contexto de las reglas electorales. Es así, me parece, que el camino que los neoliberales mexicanos plantean para acotar a la verdadera democracia e imponer la democracia que le viene bien al Estado neoliberal, la de la minoría, es el de la auto santificación, purificación y tecnificación, apoyándose claro, de sus medios de comunicación y “expertos intelectuales” que están bajo su correa o bien son coléricos defensores del neoliberalismo. 

Ejemplo de ello, son las recientes acciones del supuesto árbitro, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, quien se encuentra en una cruzada por el rescate de la democracia neoliberal, esa de la minoría. Nada menos que ofreciendo una conferencia en el Instituto México del Centro Internacional Woodrow Wilson, el club de toby de empresarios que buscan vapulear a la Cuarta Transformación (4T) desde el 2019, en donde afirma que los ataques de la 4T al órgano electoral, atentan directamente en contra del sistema democrático mexicano y esto lo coloca en una situación de riesgo. Vianello afirma, citando a Ortega y Gasset, que el edificio democrático está sostenido sobre el expediente “técnico” de los procesos electorales (Redacción. La Política Online, 24/01/2022).

En su presentación ante los empresarios, confirma que el reto de las democracias está en la desigualdad y sus efectos; lo que para los neoliberales es oportunidad. Previendo que se avecina la reforma electoral que impulsa la 4T, el mismo mes de enero asiste a la reunión plenaria de los legisladores del blanquiazul para darles la pauta, manifestando que una reforma fundacional es un riesgoso. Manifestó también que las medidas de austeridad tienen el fin de generar a funcionarios condiciones de sumisión. Planteó también reducir “no” las 100 diputaciones plurinominales, sino las 100 de mayoría relativa. Es decir, reducir las diputaciones que el pueblo elige y no las que los partidos designan. Vaya demócrata. Para finalizar les pide irse por la lógica de mejorar lo que se tiene (purificación) y no la de la reinvención (Georgina Saldierna. La Jornada, 28/01/2022).

Pocos días antes, durante la firma de un convenio de colaboración con el Tribunal Supremo Electoral de Guatemala, afirmó que “malos tiempos corren para las democracias” (Alonso Urrutia. La Jornada, 25/01/2022). En otras palabras, nos está diciendo que las democracias de las oligarquías neoliberales están en peligro, pues se está constatando el avance de la izquierda en Latinoamérica, desde el Perú, Argentina, Chile, Bolivia, Honduras y con muchas probabilidades este año en Brasil.

En el mismo acto en Guatemala, afirma que “dicen algunos expertos que en el mundo actual las democracias están siendo vulneradas desde adentro” y agrega más adelante que “la vía democrática se debe defender desde todos los ámbitos y en todo momento”.

Sin embargo y curiosamente, omite decir la palabra clave, “el pueblo”, quien es el verdadero defensor de las democracias y a quién la dirigencia de ese instituto ha demostrado desprecio con numerosos extravíos, entre los que se destaca el intento de obstrucción del buen ejercicio de “democracia participativa” de la consulta de revocación de mandato. Ejercicio que le permitiría al pueblo, no esperar un sexenio para volver a ejercer su soberanía y revocar o ratificar un mandato, de acuerdo a su percepción del desempeño. A la que los prianistas y el instituto, califican como un acto costoso, curiosamente después de oponerse a realizarla a la par de los procesos electorales del 2021. Es evidente que, para estos, la única democracia que existe es la representativa.

Ante lo vivido en las naciones latinoamericanas (el avance de la izquierda), Vianello considera que hay un retroceso en materia democrática y afirma en Guatemala que “ese retroceso empieza con el debilitamiento y la cooptación y, al final, la subordinación de las autoridades electorales”. Lorenzo da en el clavo, pues la vulneración interna, mediante la subordinación, es precisamente lo que le ha pasado al instituto durante el periodo neoliberal. Su actual grupo de control fue producto de componendas entre PRI, PAN, PRD y la élite económica corporativa. Lo que lo llevó a convalidar el ya acreditado fraude electoral del 2006 y a hacerse el ciego ante los dineros de Odebrecht para la compra de votos a favor de Peña Nieto, entre muchos otros actos deleznables, que luego intentaron lavarse con el gatopardismo, rebautizándose como INE. Lo que no les ha funcionado pues la ceguera y un sinfín de triquiñuelas les caracterizo tanto en el 2018 como en el 2021.

Meses atrás en su ríspida comparecencia ante la Cámara de Diputados respecto al presupuesto 2022, Vianello declaró: “mis compañeros y compañeras consejeros y yo vamos a defender la autonomía e independencia política del INE, incluso frente a sus detractores y a sus principales beneficiarios”. En otras palabras, defenderán al instituto del soberano pueblo, hoy al fin representado por el movimiento de la 4T en el poder político, que exige la verdadera transformación del organismo. Sin embargo, su dirigente, evidente antidemócrata, nos ve como niños a instruir y quiere hacernos creer, por su comparecencia en Guatemala, que la transformación del instituto, es el camino del retroceso que podría llevarnos al autoritarismo. Cuando de ese autoritarismo de la minoría política y económica rapaz, el pueblo mexicano se ha comenzado a liberar, en tiempos en los que se observa una lucha por imponerlo globalmente, pero ahora recargado con un tecnofascismo (https://www.jornada.com.mx/2022/01/24/opinion/017a1pol), con el cual la élite plutocrática busca mantener la concentración de la riqueza y el poder.

Es así que los victimarios neoliberales, tratan de mantener el disfraz demócrata y no se dan cuenta que entre más tratan, más se destapan. Pues después de décadas de propaganda intensiva e innumerables engaños, el neoliberalismo llegó a su cúspide con todos sus alcances y daños, los que estamos ya asimilando, entre ellos el recurrente cambio y suplantación de constituciones, como en Chile, Argentina y Perú, con lo que legalizaron el saqueo más grande de la historia del mundo. Bien hubiera hecho el consejero del INE, en promover la democratización del instituto y tal vez hubiera sido un posible y competitivo, candidato presidencial de la derecha mexicana, que mucha falta les hace. Lo que nos dice mucho de la falta de visión política de la reacción.

Sobre el Autor

Fernando Fuentes García es un escultor autodidacta especializado en el bronce, comprometido a transmitir la aportación única y vital del arte y la escultura a la sociedad y a contribuir a un mejor México.