José C. Serrano Cuevas.
Jesús Martínez Rentería «Palillo», originario de Guadalajara, Jalisco, se destacó como actor, empresario y cómico. Famoso por utilizar la sátira política en sus espectáculos, a partir de la década de los años 30 del siglo pasado, los cuales a menudo provocaban que fuera detenido y encarcelado por las autoridades.
Era considerado el «Rey» del llamado teatro de carpa. Fue precursor de las denuncias cómicas de aquellos tiempos, a través de frases famosas como: «Malditos políticos, abusivos, rateros, lacras, pulpos chupeteadores, debería darles vergüenza robarle a los infelices, qué escasa madre tienen, nacieron en incubadora, descastados», que le hicieron ganarse el respeto de muchos y el odio de los políticos. Estuvo guardado en chirona en no menos de seis veces.
Un destinatario idóneo de la frase de «Palillo» es Germán Larrea Mota Velasco, el segundo hombre más rico de México, quien ha acumulado una fortuna de 26 mil millones de dólares, y sus giros empresariales abarcan el sector minero, los transportes y la infraestructura.
Larrea Mota Velasco tiene 79 años; es originario de la Ciudad de México y se graduó como licenciado en administración de empresas en la Universidad Anáhuac. En 1978, junto con José Ángel Gutiérrez Contreras, fundó el consorcio Grupo México, considerado como una de las empresas mineras más grandes de México y también como la tercera productora de cobre a nivel mundial.
En el ramo de los transportes, Grupo México posee filiales como Ferromex, Ferrosur, Florida East, Coast, Intermodal México y Texas Pacífico, cuyos segmentos se encargan de transportar productos de diversa índole, como materiales agrícolas, automotrices, cementos, productos industriales, metales y minerales, así como químicos y fertilizantes. La empresa cuenta con una flota de 816 locomotoras y 26 mil 319 carros de ferrocarril.
En el sector de infraestructura destacan: México Compañía Constructora, GM Servicios de Ingeniería, Grupo México Energía, Grupo México Autopistas y Grupo México Combustibles.
Buenavista del Cobre opera en Cananea, Sonora. Es una de las tantas empresas propiedad de Germán Larrea. El 6 de agosto de 2014, cerca de 40 mil metros cúbicos de lexiviados de sulfato de cobre (contaminan aguas subterráneas, aguas superficiales y suelos) cayeron en el arroyo Tinajas y los ríos Bacanuchi y Sonora, en el estado que lleva el mismo nombre.
La tragedia, que continúa siendo el peor desastre en la industria minera ocurrido en México, afectó a 22 mil 878 habitantes, principalmente de la región de Cananea. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), identificó al complejo minero Buenavista del Cobre, perteneciente al Grupo México, como el responsable de la tragedia ambiental, que dejó a siete municipios sin acceso a agua potable y generó el cierre de 322 pozos.
Hoy, Buenavista del Cobre no sólo sigue operando en Cananea, sino que según los habitantes, está devorando a la ciudad poco a poco. Además de la contaminación, que lleva años siendo la constante en Cananea y en otras poblaciones con yacimientos pertenecientes a Grupo México. Una más de las atrocidades de este consorcio fue la derrama de mil metros cúbicos de ácido sulfúrico al Mar de Cortés en Guaymas, Sonora, donde también lleva operaciones, sus habitantes viven en una evidente crisis económica y falta de empleo, a pesar de estar al lado de la mina de cobre más grande de México.
La sección 65 del Sindicato Minero, que mantiene una huelga con Buenavista del Cobre desde hace 15 años, debido a que Grupo México quería omitir las exigencias que tenía el gremio en ese entonces por higiene y seguridad dentro de la mina. La empresa cambió su nombre de Mexicana de Cananea a Buenavista del Cobre para reiniciar funciones, dejando a los trabajadores sin empleo y sin liquidación.
Germán Larrea, ni duda cabe, es un pulpo chupeteador.