Oliverio Ascascius.
Libertad.
Ese nombre no necesita
imprimirse en papel,
está grabado con sangre
en el alma de los hombres
que luchan por ella,
y de allí no se borra.
Sin embargo,
puede pintarse
en las paredes de los templos,
en los edificios, en los muros,
y sobre todo,
en la espalda de los opresores.