Lic. Simón Álvarez Franco.
El Dr. Carlos González Puente en su libro Recuerdos del Viejo Gómez Palacio, editado en 2009, en el segundo párrafo del Capítulo XXX, pág. 269, dice textualmente: “Actualmente, hay un vigoroso movimiento entre los escritores gomezpalatinos, auspiciados por nuestra gran Casa de la Cultura, para escribir y editar una verdadera Historia de Gómez Palacio; por lo que tengo la esperanza de que estos apuntes puedan servir como aportación, por pequeña que sea, a esta magna Obra”.
Durante su larga y fructífera vida como excelente Cirujano Dentista, tuvo tiempo y dedicación a actividades filantrópicas y sociales, autor de por lo menos 12 libros entre los cuales destacan sus aportes científicos, poéticos, artísticos, crónicas de viajes y numismática.
Recinto cultural descrito por Don Pablo Machuca Macías, el primer Cronista Oficial de nuestra ciudad en su libro Memoria Histórica de Gómez Palacio: “Con un costo de varios millones de pesos se alza la Casa de la Cultura en uno de los extremos de la colonia El Campestre, que comenzó a construirse cuando era gobernador el ingeniero Páez Urquidi y se terminó dos años más tarde. Con un sencillo acto fue inaugurada por el presidente Luis Echeverría el 27 de septiembre de 1976.
El Instituto Nacional de Bellas Artes ofreció la Casa de la Cultura a Torreón, pero ni el municipio ni el estado de Coahuila aceptaron. Entonces la señora Ernestina Gamboa directora de la modesta Casa de la Cultura situada en la calle Fleming del barrio de El Pueblito, logró que el alcalde Jesús Ibarra Rayas y el gobernador Páez Urquidi dieran su apoyo para que se construyera en Gómez Palacio, cumpliendo con las estipulaciones del INBA.
La nueva Casa de la Cultura de la ciudad, se considera una de las más importantes de país. Es un edificio de tres pisos rodeada en la parte posterior por una plazoleta con andadores de piedra bola, plantas de adorno y en medio una fuente. En la planta baja se localizan: la dirección, salón de juntas, salón de escultura, taller de cerámica; el Museo de Arte Moderno que contaba con 18 cuadros donados por la señora Silvia Rodríguez, las obras son de los maestros Gironella, Covarrubias, Rodríguez Lozano, Toledo y Sofía Bassi; a un lado del mismo se encuentra la biblioteca que aumentó su importancia con la donación de 8,000 volúmenes que hizo el maestro José Santos Valdés, por ese motivo la biblioteca lleva el nombre del valioso educador y que cuenta con mesas de lectura, sala de lectura infantil y auditorio. El segundo piso está destinada a las distintas manifestaciones de la danza, se ven amplios salones de machimbre donde se practican la danza folclórica, moderna y clásica. Y en el piso superior hay salas donde se enseñan las artes plásticas: dibujo, pintura moderna y popular, asimismo salas donde se aprende a tocar la guitarra y otros instrumentos, coro y vocalización.
En las horas que abre sus puertas la Casa de la Cultura se ve invadida por gente de todas condiciones, especialmente de jóvenes, que acuden para aprender algo.
En su libro Historia de la Casa de la Cultura de Gómez Palacio 1973-1988, su autora, doña Josefina Gamboa Almeida nos relata cómo surgió a la realidad el sueño que acarició su mente desde su juventud, ella oriunda de Tepehuanes, Durango, se avecindó en Gómez Palacio. El maestro Felipe Garrido, destacado y culto escritor hidrocálido, en el prólogo del citado volumen nos dice: “Ernestina Gamboa cuenta en estas páginas con admirable sencillez, cómo le tocó en suerte poner en marcha, junto con un selecto grupo de compañeros de afanes, la Casa de la Cultura de Gómez Palacio, la primera de la comarca lagunera. Lo hace sin aspavientos, sin vanagloria, sin vanidad. Lo hace sin otro fin que dar testimonio. Entre líneas se advierten los tamaños de la proeza que ella modestamente disimula. Al leer estas líneas uno evoca la figura de Tina, su infatigable dedicación, su optimismo irrenunciable, la seriedad de su diaria labor, su capacidad para hacer florecer el desierto. Son virtudes que en La Laguna comparten muchas mujeres y muchos hombres de bien. A ellos les toca multiplicar los frutos. A ellos les toca recordar con cariño y gratitud los trabajos de Ernestina”.
Pero que mejor que sean las palabras de la misma Tina Gamboa quien nos recuerde los avatares de esta lucha que con su tesón y trabajo a veces extenuante nos legó este preciado bien: “Entrego a ustedes la Historia de la Casa de la Cultura de Gómez Palacio para recuperar y divulgar sus orígenes, etapas, alternativas, afanes, realizaciones y su trabajo esencial: crear, difundir y promover la cultura y encauzar a niños y jóvenes en la educación artística. Comparto, asimismo, la siembra y la cosecha levantada en esta institución labriega”.
“Desde pequeña la música y el canto han ocupado un sitio especial en mi vida. Por las noches, en la cocina de la casa, cantaba canciones populares mexicanas acompañándome de las sonoridades que le arrancaba al tanque de agua de una vieja estufa inglesa, ante un público compuesto por los trabajadores de mi hogar y los vecinos del pueblo, mi nativo, apacible y pintoresco Tepehuanes. Por razones de salud familiar, mi familia nos trasladó a vivir a Gómez Palacio en donde trabajé intensamente en dominar el violín, la guitarra y ayudar a mi padre en el negocio de maderas que estableció”.
Evocando las tertulias de mi infancia, de 1960 a 1972 nos reuníamos en veladas literarias un grupo de artistas, intelectuales y conocedores de la música y la poesía en las que la poetisa Adelita Ayala versificaba sobre diversos temas y yo componía y cantaba boleros románticos de la época, fue el director de orquesta Ismael Díaz quien me ayudó grabando algunas de mis canciones, lanzando a cierta fama mi canción Te llevas lo Mejor en la voz de la muy conocida Beatriz Eugenia. Esa canción el maestro saltillense Felipe Valdés Lea la grabó con Las Hermanas Huerta y arreglos de Fernando Z. Maldonado, posteriormente me grabaron mis Villancicos Navideños y varias canciones más como Padre Nuestro. También aprovechando las letras de Adelita Ayala del Corrido de Gómez Palacio, Corrido de la Laguna y el Himno del Colegio La Luz. Los musicalicé para su ejecución.
Amplié mi círculo cultural con actividades en la ciudad de Durango para festejar sus 400 años de fundación y el Programa Artístico de la primera gran Feria de la Revolución en Gómez Palacio, además de formar parte del Patronato del Panteón Municipal y durante su mandato como Presidente Municipal, don Jesús Ibarra Rayas me comisionó como encargada de Parques y Jardines, así como en 1971 se me nombró como presidenta del Patronato Pro Construcción del Teatro Alvarado, orgullo de nuestra ciudad. Por esos tiempos entré a formar parte del Centro Cultural de la Laguna A. C. en Torreón. Dicha institución invitó al ingeniero Páez Urquidi, gobernador de Durango, a la presentación que hizo la señora Silvia Rodríguez Valles de Gironella de cuatro obras de su colección que dejó en custodia en dicho Centro Cultural, para que en su oportunidad fueran entregadas al museo que las alojaría en la región, ya fuera en Torreón, Ciudad Lerdo o en Gómez Palacio cuando hubiera un museo adecuado en cualquiera de las tres ciudades.
El anuncio de la donación motivó que en Gómez Palacio se dieran varios acontecimientos. En primer lugar, se creó el Patronato pro Museo de Arte Moderno, el 22 de noviembre de 1972, encabezado por Silvia Rodríguez Valles como presidenta honoraria y Tina Gamboa como presidenta, poco después el presidente municipal, Jesús Ibarra Rayas y el ayuntamiento de la ciudad donaron el 21 de diciembre de 1972, seis mil metros cuadrados de terreno en la colonia El Campestre para que se construyera el Museo de Arte Moderno, Asimismo, el 11 de enero de 1973 se protocolizó el Acta Constitutiva del Patronato Pro Museo de Arte Moderno firmada ante el gobernador de Durango.
Por último, la Colección Gironella integrada por 18 obras pictóricas, fue donada mediante acta notariada del 21 de febrero de 1973 por la señora Rodríguez Valles y entregada al Patronato pro Museo de Arte Moderno.
Un acontecimiento trascendental que transformó la vida cultural de la región, ocurrió los días 2 y 3 de diciembre de 1973, cuando el Centro Cultural de la Laguna se convirtió en anfitrión de la II Reunión del plan piloto de integración regional del Instituto Nacional de Bellas Artes, en Torreón, Coahuila., con la finalidad de crear la Casa de la Cultura de La Laguna, institución promovida por el INBA, la presidencia municipal de Torreón y la iniciativa privada.
Asistí invitada como miembro del Centro Cultural de La Laguna y como representante del ayuntamiento de Gómez Palacio. Después de una amplísima explicación de los planes del INBA para la Comarca, en un receso se acercó a mí el tesorero del Centro Cultural, Ernesto González Domene y textualmente me dijo: Tocayita, se nos está yendo la Casa de la Cultura. Es mi opinión que hables con tus autoridades del estado de Durango, para que aporten el subsidio necesario, y que en caso de que no se construya en esta ciudad al menos quede en La Laguna, en Gómez Palacio.
Medité unos instantes y de inmediato bajé a la administración a comunicarme telefónicamente con el presidente municipal de Gómez Palacio, para exponerle la necesidad de un subsidio de $ 15,000 pesos mensuales, cantidad semejante a la que el INBA aportaría para crear la Casa de la Cultura en nuestra ciudad.
Contestó de inmediato: El ayuntamiento aporta $ 5,000 pesos mensuales.
¿Y los otros $ 10,000 pesos?
-Háblele a su gobernador.
Me proporcionó el número telefónico de la Casa de Gobierno de Durango en México y al llamar tuve la fortuna de encontrarlo. Le informé del curso de la II Reunión, de la conversación que sostuve con el presidente municipal, y le solicité el subsidio que faltaba.
–¿Y dónde funcionará la Casa de la Cultura?
— En el Teatro Alvarado o en una escuela que nos faciliten.
— Entonces -enfatizó- cuente con los $ 10,000 pesos mensuales. Daré la orden al Recaudador de Rentas para que, desde este momento, se le asignen. Adelante señora Gamboa, y nos vemos la próxima semana en Gómez Palacio.
Regresé al salón¸ había expectación entre los asistentes que se habían dado cuenta. Instantes después tomaron su lugar en el presídium autoridades y funcionarios. Le hice saber a Alberto González Domene, director del Centro Cultural, que había conseguido el subsidio de $ 15,000 pesos mensuales que se necesitaban, de parte del gobierno del estado y de la presidencia municipal. Me contestó: — Espere para anunciarlo a la Asamblea después que se retiren las autoridades e informar al gobernador de Coahuila las condiciones del INBA para la creación de la Casa de la Cultura.
Cuando casi concluía la reunión, se puso de pie la señora Magdalena Briones Navarro pidiendo moción de orden:
–La señora Gamboa tiene algo que comunicarnos.
Me concedieron la palabra y expliqué:
–Un directivo del Centro Cultural de La Laguna me aconsejó que viera la posibilidad de conseguir subsidios de parte del gobierno del estado de Durango y de la presidencia municipal de Gómez Palacio… Y los conseguí.
Se oyó una exclamación y voces que discrepaban fuertemente. No todos recibieron con gusto la información, pero fue motivo de gran euforia para los funcionarios del INBA y los directores de las casas de la cultura del Norte-Centro que asistieron.
El ingeniero Salvador Vázquez Araujo, coordinador del INBA y representante personal del arquitecto Luis Ortiz Macedo, tomó la palabra y dijo: –Nunca en la historia del Instituto Nacional de Bellas Artes había ocurrido que en 15 minutos una autoridad aportara, sin estar presente, subsidios de esa naturaleza. Dejo al maestro Marco Antonio Montero, subcoordinador general del INBA, para que en representación del arquitecto Luis Ortiz Macedo pase el lunes 5, acompañado de los señores del Centro Cultural de La Laguna, a entrevistarse con las autoridades de Durango para ponerse de acuerdo en la formulación del Convenio tripartita de creación de la Casa de la Cultura de Gómez Palacio, porque en lugar de una, serán dos las casas que habrá en La Laguna.
Ese lunes 5, el gobernador se comunicó telefónicamente al ayuntamiento con el maestro Montero, dejando establecido de manera formal el texto del convenio. El protocolo se firmó el 18 de marzo de 1973.
El lugar que reunió las características exigidas fue la guardería infantil, enclavada en el barrio del Cerro de la Cruz, donde la ciudad acogió a la casa con los brazos abiertos. De la terna presentada, el Ayuntamiento designó al doctor Francisco Galindo Chávez como primer director de la naciente institución, así fue como el 18 de marzo de 1973 se firmó el Convenio Tripartita de la Casa de la Cultura de Gómez Palacio, con la presencia del Ingeniero Paéz Urquidi, don Jesús Ibarra Rayas y el Arq. Luis Macedo y doña Tina como presidenta del Patronato. Razón de que en la misma fecha del año 2023 celebraremos los 50 años de nuestra Casa.
De inmediato, aunque en forma modesta se crearon los programas de promoción y difusión con exposiciones, conferencias, presentación de libros, obras de teatro, ciclos de cine, homenajes, ediciones, es decir, de todo lo que favoreciera el conocimiento, creación y difusiones culturales, así como la inscripción para cursos regulares y de verano, talleres libres de artes plástica, danza, música, literatura e idiomas, invitándose a la comunidad para que participara en estas modalidades de educación.
En agosto del mismo 1973 se inició la construcción del edificio que habría de ser sede del Museo de Arte Moderno, la biblioteca y el teatro, obras realizadas por el arquitecto Luis Arias Castro, en la colonia El Campestre.
Premio José Revueltas. El Premio de Ensayo Literario fue creado por iniciativa del maestro Víctor Sandoval del INBA y el gobierno del estado de Durango, a través de la Casa de Cultura de Gómez Palacio para fomentar el conocimiento de la literatura mexicana y latinoamericana contemporánea. La primera convocatoria se publicó el 7 de diciembre de 1975, invitando a escritores y ensayistas a que participaran con el tema “Vida y obra de José Revueltas” fallecido en abril 14 de 1976.
Creación literaria. Dedicado a fomentar la crítica formal y la creación literaria en sus distintos géneros, para formar escritores más sensibles a su entorno social y a la crítica con un panorama más amplio y una responsabilidad mayor.
El complejo cultural fue inaugurado el 21 de septiembre de 1976 por el presidente Luis Echeverría.
La Colección Gironella. Donada por la señora Silvia Rodríguez Valles, llegó por fin a su recinto, el Museo de Arte Moderno, el museógrafo del INBA, maestro Jorge Bribiesca la colocó donde fuera concebida como una exposición viva y propositiva, patrimonio de la Casa de la Cultura. Consta de 18 cuadros, algunos de gran formato, complementada con obras de Sofía Bassi, Perskie Lenard, Marisol Worner, Luis Covarrubias, Roger Von Guten, Manuel Rodríguez Lozano, Francisco Toledo, Adriana Margain, Roberto Parodi, Horacio Rentería, Antonio Mendoza y Teresa Morán y muchas más que se le han agregado a través de los años, tanto de autores nacionales como de locales entre los que destacan Héctor Moreno, Alonso Licerio, Rafael Aguirre, Adela Santibáñez, Marcela López, etc.
(Continuará).
