Enrique Gómez Dena.
Iba un señor ya de edad. . .
Caminaba apoyado en un bastón
Que como compañero el elaboró
A cada paso que daba. . .
Era motivo de reposo y respiro
Y espacio para observar. . .
Como eran tantos los caminos
Los que pudo sobre ellos transitar
Pudo almacenar en su memoria
Tantas impresiones. . .
Tantas observaciones. . .
Y como buen callejero que lo era
Con el tiempo y sin carrera
Ésa escuela de la Calle
Su mejor Universidad
Lo convirtió en sabio
En un extraordinario concejal
Y no propiamente. . .
Porque él haya sido
El de las experiencias vividas
Ni tampoco protagonista
Simplemente, observó
Analizó y acumuló. . .
De las experiencias de otros
Y en su morral, las guardó
Llenó muchas hojas
De estas sus observaciones
De ésas sus correrías. . .
Que sin darse cuenta. . .
Y sin publicar lo de otros
Con el tiempo. . .
Y solo con el tiempo
Se convirtió en filósofo
Un filósofo en el caminar. . .
Aprendió de la vida
En el sendero del caminar
Lo que no le pudieran
Enseñar en la Universidad,
Caminando y viviendo
Viviendo y observando
Así se puede llegar
Fin.
