Oliverio Ascascius.
Que pequeño es el mundo
de los que rezan por las noches.
de los que al ver el mar, solo
sienten ganas de orinar.
Que pequeño es el mundo
de los que no pueden
olvidar una ofensa,
(como si la ofensa importara).
Que pequeño es el mundo
del que vive
a costa de los demás,
del que envidia el valor
de los demás.
Que pequeño es el mundo
de los que no tienen motivos
para reír o para llorar,
pero, que más pequeño, es aún
el de aquellos que teniéndolos
ni se ríen, ni lloran.
