Rufino Rodríguez Garza.
El viernes Santo (15 de abril del 2022) pude estar en el municipio de San Pedro de las Colonias, en días anteriores pude hablar vía telefónica con el buen amigo y contador Enrique Gómez Dena, lagunero y amante de la historia y de la crónica, el poeta Enrique y un servidor nos pusimos de acuerdo y aprovechando un fin de semana en San Pedro, me robé un día para realizar una exploración en dicho municipio.
De alguna manera sabía de un sitio con petrograbados en esta localidad. Gracias a Gómez Dena y sus amigos de aventuras el licenciado Alejandro Valdez Bracho y el amigo Ricardo Martínez Díaz quedamos en vernos en una tienda muy conocida de la ciudad: Soriana.
Ya fijada la hora nos encontramos para emprender la búsqueda de las famosas Lomas de Cleto. Ya algún explorador en alguna ocasión había subido fotos.
Las lomas se localizan a varios kilómetros de la cabecera municipal de San Pedro, esto es, al oriente, cerca de la vieja estación de ferrocarril Benavides.
Con todo y que Enrique ya había estado en el sitio hacia la friolera de 40 años, algo así como la mitad de la edad actual del amigo Enrique; en el próximo mes de julio cumplirá sus primeros 80 años, pero no recordaba la ruta para llegar al sitio.
Los compañeros de viaje Alejandro y Ricardo, apoyados por los celulares buscaron caminos y veredas para llegar a las únicas lomas en la inmensa llanura de la antigua Laguna de Mayrán.
Preguntando nos fuimos acercando al lugar y al final una familia en dos motos, una por cierto era de la marca «Islo» (Isidro López) y que casualmente se dirigían al sitio de Cleto.
Ellos por delante y nosotros los fuimos siguiendo hasta que pudimos ver las lomas y así llegar después de una hora de camino.
Poco antes de aterrizar en el sitio se hizo una escala para explorar un lugar en el que se supone que hubo un asentamiento, pues lo observado así lo hacía ver, la gran cantidad de vestigios tales como vidrio antiguo, cerámica, trastos de barro y algunos elementos metálicos.
Los amigos laguneros son expertos en el uso de aparatos detectores y para pronto sacaron sendos aparatos, sus audífonos y de inmediato localizaron vestigios de la Revolución como son unos cuantos plomos y algunos casquillos.
Apuntaron las coordenadas para en otra posterior ocasión regresar y buscar vestigios de otros tiempos.
Nos fuimos a las dichosas lomas, las cuales ya las teníamos a la vista y nos nos acercamos, pasando por lugares arenosos o con abundantes mezquites. Ya los amigos de las motos habían tomado otro rumbo y se nos perdieron de vista.
Al fin en una de las lomas Enrique y yo empezamos a localizar los grabados. La roca es volcánica por lo tanto es muy dura y difícil para el grabado. Estos no son profundos pues la dureza es muy superior a la roca arenisca. Los grabados son en su mayoría curvilíneos, abundan los círculos.
Estas lomas en épocas prehistóricas eran islas en la vastedad de la Laguna de Mayrán.
Los habitantes de aquellas épocas se refugiaron en estas elevaciones y allí hicieron su hábitat y sus lugares para sus rituales que dirigían los jefes o chamanes.
En estas islas los cazadores-recolectores nos dejaron unos hermosos petrograbados, dónde están sus mensajes y preocupaciones.
Aquí no pudimos observar proyectiles o lanzas ni el temible Atlat’l; si se ven no pocas figuras humanas en el más puro estilo Laguna.