El grave fenómeno de la inflación, fin del populismo sexenal

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Luis Fernando Hernández González.

Para quienes poco entienden de este fenómeno económico les explicaremos que la inflación es un fenómeno que se observa en la economía de una sociedad, y está relacionada con el aumento desordenado de los precios al consumidor de los bienes y servicios que se dan en el comercio, y tiene sus efectos por un periodo prolongado en el mercado.

Razón por lo cual, cuando se presenta este fenómeno económico, es difícil generar una justa y oportuna distribución de los ingresos en el entorno familiar, como puede ser el consumo básico, atender deudas o adquirir bienes, por lo mismo, menos se pueden generar inversiones rentables, ya que los precios que eran una referencia para la asignación de algunas cantidades monetarias, se presentan en el mercado de forma variable y distorsionada en su valor.  

Cuando se presenta, nos damos cuenta que la cantidad de dinero que veníamos administrando tiempo atrás, ya no nos alcanza para comprar lo mismo que antes y esto nos afecta a todos: amas de casa, empleados, productores, ahorradores, inversionistas, empresarios, etc. Y sobre todo a los que tienen menos dinero y acceso a los servicios financieros.

Existen varias causas que pueden desencadenar este fenómeno inflacionario. Sin embargo, la principal es generada por los excesos de dinero circulando en manos de la población que, al sentirse con más recursos, incrementa sus gastos generando una mayor demanda de bienes y servicios en la economía cuando la capacidad productiva del país no está en posibilidades de cubrirla, provocando escasez y aumentos en los precios.

Para evitar esto, es necesario saber a qué ritmo aumentan los precios y aplicar medidas para frenar este aumento. Para ello se creó el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que es un número que refleja cómo han variado los precios de un conjunto de bienes y servicios que consumen las familias en México.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), encargado de medirla, hace una encuesta de ingreso y gasto de las familias a nivel nacional para saber qué es lo que consume la gente en México. Una vez que se tienen identificados los productos, recopilan los precios de esos bienes y servicios en tiendas de todo el país. Esta información se compara quincenal, mensual y anualmente para saber cómo han variado los precios en dichos periodos.

Para medir la inflación, cada mes el INEGI da seguimiento a 235 mil precios en 46 ciudades del país. La información se procesa tomando en cuenta qué tanto se gasta en ellos, para así saber cuál de los rubros tiene mayor importancia en el consumo de las familias.

Con esa información, el Banco de México implementa las medidas necesarias para controlar la inflación, ya que él es el encargado de regular la cantidad de dinero que circula en el país.

Para algunos analistas se atiende en México este fenómeno, sin los resultados, pues hace   tiempo que se formó el consenso en torno a la idea de que, en efecto, la inflación es un problema económico grave con afectación directa a los segmentos de la población que poseen menos recursos, lo que se traduce en fuertes impactos sociales con severas repercusiones políticas para el estado mexicano y su gobierno.

Al presentarse esta situación en nuestro país, como el resto de las economías, está padeciendo esté mal que puede durar todavía un tiempo. Bajo esta lógica, el gobierno está buscando los medios para que este episodio inflacionario sea lo menos lesivo en la población mayormente vulnerable como es el 74% de los mexicanos.

Mas recordemos ahora, que el problema estriba en medidas de una mayor rigidez regulatoria, por la falta que se tiene de estas herramientas económicas y la poca capacidad que tenemos como nación para lograr cambios acelerados en el enfoque para la generación de inversiones, aunado a las notables deficiencias en la penetración social real de las políticas fiscal y monetaria.

Para nuestro país, las previsiones están en un crecimiento cero para la administración del presidente López Obrador; en este sentido, el llamado debe de ser a la unidad nacional, a la apuesta por la inversión y evitar un daño permanente a la estructura económica.  

Así, el incremento constante en el nivel de precios de los bienes y servicios presupone inestabilidad en todos los órdenes, con fuertes movilizaciones sociales que ya se presentan o están por venir.