Profesor Evaristo Velasco Álvarez
Con el problema de la pandemia, con el enclaustramiento obligado por buscar la sana distancia, por tener que mantenernos aislados del mundo, pudimos desarrollar habilidades que habíamos olvidado. Habilidades como leer, y encontrar en la lectura las conversaciones que en persona no pudimos realizar; aplicarnos en el manejo de las nuevas tecnologías, aprendiendo a manejar la computadora, y en ella encontrar miles de sitios en los que fue sencillo navegar y encontrarnos con lugares de belleza tan diversa como impactante; conocer mejor nuestro celular, que se ha vuelto tan indispensable. Podemos salir a la calle sin reloj y hasta sin dinero, pero no sin celular, en donde tenemos reloj, agenda y acceso a nuestras cuentas bancarias.
Pero también, y particularmente en mi persona, me reencontré con el teclado de mi computadora, a través del cual he podido escribir y depositar en la memoria virtual de mi máquina, centenares de artículos diversos, que me dan la magnífica oportunidad de comunicarme con todos mis amigos y con los que aun sin conocerme, se atreven a leer lo que escribo (a quienes particularmente les agradezco mucho), y con ello mantenerme vivo, actuante, encendido, real.
Y esto de las nuevas tecnologías me permiten llegar hasta los confines del planeta, porque así me lo han hecho saber quiénes tienen esa aventura de leerme y luego enviarme alguna crítica (casi siempre muy constructiva), lo que me indica que existo, que soy y que cuento como un ser vivo en este planeta, en el aquí y en el ahora. Una maravillosa situación que nunca me imaginé que se pudiera.
Así que, desde mi rincón, detrás de mi escritorio y regocijándome por los resultados que aún no llegan, pero que estoy seguro que llegarán, estoy gozando ya de sus comentarios, de sus preguntas, de sus cuestionamientos; porque sé que me llegarán, como me han llegado siempre.
¿Qué más puedo pedirle a la vida? ¿Cómo no estar contento y feliz de poder estar en estos momentos de angustia para muchos, por la pandemia, pero de alegría para mí, por estar vivo? Finalmente deseo solicitarles a todos mis amigos lectores que se apresuren a escribir sus vivencias, para que las den a conocer y todos nos nutramos de los momentos bellos de la vida de todos, para ¡Que viva México!
velasco_alvarez@yahoo.com