José C. Serrano Cuevas.
Verdad. concepto lógico: «veritas est adaequatio intellectus et rei = La verdad es la conformidad del entendimiento con la cosa. Según Kant, todos están de acuerdo en esta definición. Únicamente se discute qué es lo que se debe entender exactamente por la cosa (el ente, el objeto, el hecho) con que se conforma el entendimiento (la mente, el pensamiento, el conocimiento). Si la concordancia se produce de una presencialización del ente, entonces se habla de verdad (trascendente o material) en sentido propio». (Müller, Max, Halder Alois.- Breve diccionario de filosofía).
El presidente Andrés Manuel López Obrador AMLO), en su conferencia matutina del jueves 30 de junio, prometió que este año quedará resuelto el caso Ayotzinapa. Dijo contundente: «Ya sabemos lo que sucedió». Matizó la afirmación, al agregar: «nos faltan algunas cosas».
El primer mandatario expresó que desea tener todos los elementos para certificar y validar pruebas, de acuerdo al debido proceso. Nuevamente ponderó la circunstancia de tener muchos avances. Cabe recordar que este es uno de los compromisos que AMLO no ha podido cumplir en lo que va de su sexenio.
Durante la mañanera del último día de junio, a pregunta expresa de la prensa, el tabasqueño aceptó que aún hace falta la extradición de Tomás Zerón de Lucio, exdirector en jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), dependiente de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), figura considerada pieza clave de lo ocurrido entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero.
Zerón de Lucio reside actualmente en Israel, país del que no se le ha podido extraditar para ser juzgado en México por diversas acusaciones. Este mexiquense fue funcionario en temas de seguridad en los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
AMLO trajo a la memoria de los parroquianos de Palacio Nacional, datos sobre la investigación periodística de la autora del libro La verdadera noche de Iguala, Anabel Hernández, en la que se dio a conocer que Zerón es una de las figuras fundamentales del caso. Según lo reportado por la comunicadora, él fue el encargado de torturar a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. Además, se presume que fue quien desvió la investigación.
Es probable que el presidente de México ignore que el crimen organizado tiene una consigna que aplica a rajatabla: desaparecer a las personas que han sido privadas de la libertad, para que no sean encontradas. Se sabe que los secuestradores ponen en práctica métodos bestiales para deshacerse de los cuerpos del delito: desmembramiento, incineración, disolución en ácido, lanzamiento hacia las profundidades del mar…
Cinco meses y días es muy poco tiempo para cumplir, a cabalidad, esa promesa temeraria, cuando siete años han sido insuficientes para hallar a los 43 normalistas de Ayotzinapa. AMLO, va dejando entre sus compatriotas, el trazo preciso de una impronta muy peculiar: dar por concluidas acciones que se quedan en sus comienzos. A la vista quedan el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y la Refinería Olmeca Dos Bocas.
AMLO ha mostrado muy poco interés en el caso de los desaparecidos en México, generalmente se estanca y se protege en la retórica. Con estas evidencias en la mano los familiares de las personas ausentes, piensan que al final de 2022 tendrán frente a sí una nueva verdad histórica, similar a la del cansado Jesús Murillo Karam.
