Desacuerdo en las alturas

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

Desde meses antes de que tomara posesión AMLO como presidente, se sabía que había hecho un pacto con Enrique Peña Nieto para garantizarle impunidad. Por tal razón, el expresidente le entregó el poder desde el inicio de 2018 y nada hizo por defender “la plaza”, tal y como lo han hecho los últimos gobernadores priistas, para que no los persigan por su evidente corrupción. Incluso López Obrador ha reconocido en la mañanera que Peña Nieto se portó bien y no hizo nada por escamotearle el triunfo.

Esto ha sido un secreto a voces que insistentemente ha sido ventilado por los analistas, y se ha demostrado con la impunidad que goza Enrique Peña Nieto, por eso, la consulta popular para juzgar a los expresidentes fue solo una faramalla, porque nunca se procedió en consecuencia; además no se requería de una consulta para perseguir las raterías y saqueos de los delincuentes oficiales, eso se persigue por justicia.

Desde meses antes de que tomara posesión AMLO como presidente, se sabía que había hecho un pacto con Enrique Peña Nieto para garantizarle impunidad

Sin embargo, hace semanas se supo, que Peña Nieto convocó en España a una reunión con sus cercanos del Grupo Atlacomulco, con el objetivo de defender el gobierno del Estado de México del avance morenista. Para los presidentes de la república, EDOMEX y el gobierno de la Ciudad de México, son las joyas de la corona.

Esto generó que a principios de julio, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez, diera a conocer en la mañanera sobre una denuncia “por posibles operaciones con recursos de procedencia ilícita”, por transferencias que una familiar hizo a Peña Nieto a España por más de 26 millones de pesos entre 2019 y 2021, lo que provocó que el expresidente dijera a través de las redes que su fortuna es legal y que confiaba en las instituciones de la justicia, al mismo tiempo López Obrador aseguró que la supuesta persecución a Peña Nieto era una calumnia de sus adversarios.

Lo cierto, es que la advertencia del gobierno federal, se incluye en el marco de la elección a gobernador del EDOMEX, que es fundamental para la supervivencia de la élite priista del grupo Atlacomulco, cuyo principal líder fue Carlos Hank González. De dicha agrupación política surgieron siete gobernadores, el último -el actual- Alfredo del Mazo Maza, y un presidente de la república, Enrique Peña Nieto.

También se ha dicho, y nadie lo ha desmentido, que el expresidente Peña Nieto guarda en su poder 12 videos comprometedores para el presidente López Obrador y su Cuarta Transformación, pues se asegura que dichos videos muestran en todo su realismo que la honestidad republicana que tanto se presume es un mito. Hay quienes especulan, que la no persecución al expresidente y sus amigos está amparada en mantener ocultas las pruebas videograbadas.

Incluso, se filtró que una vez que se informara sobre la denuncia en contra de Peña Nieto, AMLO se comunicó con el expresidente, para informarle que no había ninguna intención de hacerla realidad. También se ha dicho, que en dichos videos hay pruebas suficientes sobre cómo se financiaron los años de campaña del ahora presidente, pues de todos es sabido que en México las cuestiones electorales se realizan con mucho dinero. Así es la política electorera en nuestro país.

También es verdad, que el grupo Atlacomulco tiene suficientes razones para defender su principal enclave, por lo que se cree lo van a mantener con todo lo que tengan, pero hay quienes han anunciado que el actual gobernador de EDOMEX, Alfredo del Mazo, posiblemente entregué la gubernatura a Morena. Pero estas creencias son especulaciones, llenas de buenos deseos para ambas partes.

De lo que no hay duda, es que algo grande se está cocinando en las cúpulas del poder, y más aún cuando se acerca el fin del sexenio obradorista. Por tal razón, las elecciones gubernamentales de 2023 en EDOMEX y en el estado de Coahuila, están inscritas en esta pugna por el poder, que será influenciada por los desacuerdos que haya con el pacto realizado desde antes de las elecciones presidenciales de 2018. Por eso mismo se dice, que los gobernadores de estas dos entidades de México, tienen como rival electoral al presidente López Obrador.

De lo que suceda en EDOMEX y Coahuila, depende el giro que tomará la elección presidencial de 2024, pues finalmente ninguna de las corcholatas presidenciales, tienen el respaldo popular que López Obrador, y tampoco tienen su carisma y liderazgo, y como eso no se hereda, existe el temor que pierdan la presidencia, sobre todo, como se afirma desde ahora, alguna de las corcholatas morenistas se inconforma con la decisión y se irán por otra opción.

Es indudable pues, que como en el beisbol “el juego no se acaba, hasta que se acaba”.

Política aldeana

Por primera vez en Coahuila, el PRI tendrá un rival electoral competitivo: Morena, y esto hace que algunos priistas que han recibido todo de su partido, se sientan preocupados por la posibilidad de perder sus canonjías y privilegios, y ante esta incertidumbre estén pensando en cambiar de partido. Su encrucijada es simple: traicionar o pelear por sus intereses. Quizás se les hace difícil la disyuntiva, porque se olvidan de una frase surgida del boxeo: “Con el campeón hasta que pierda”. Pero a veces la dignidad no da para tanto.

Preguntas huérfanas

¿Sabía usted que las pensiones para adultos mayores se seguirán otorgando independientemente de quién sea el presidente, pues están amparadas en el artículo 4 constitucional?

¿Estarán arrepentidos los neoloneses de haber votado por Samuel García y su influencer esposa?

¿Para qué tanto brinco estando el piso tan parejo?