Rufino Rodríguez Garza.
Con la idea de encontrarnos con dos amigos de San Pedro de las Colonias el pasado mes de julio salimos desde mi casa en Saltillo, el querido investigador José Guadalupe, mejor conocido como “Ventura” y el no menos amigo y compañero de aventuras Julio César Carranza.
Con puntualidad inglesa salimos a las 6 de la mañana con toda la impedimenta propia para acampar una noche, llegamos a San Pedro al filo de las 8 de la mañana y ya nos esperaba el buen amigo Sergio Quiroz, profesor jubilado y gran conocedor de su pueblo y de cuanta comunidad ejidal se le atraviesa, realizando de cada lugar que visita un bonito reportaje gráfico.
Nos llevó a degustar unas gorditas típicas de San Pedro, se trata de las gorditas cocidas en horno de leña con una gran variedad de guisos, Doña Tanila, quien en voz de su dueña y según se narra en el video respectivo se venden desde hace 30 años, ¡una verdadera delicia!
Enseguida pasamos por otro amigo de aventuras y coleccionista, Saúl Martínez Alvarado, tapicero de profesión y amante de salir a explorar cada rincón del vasto municipio de San Pedro, todos en la camioneta de Julio César nos encaminamos al desierto o Laguna de Mayrán para allegarnos a Los Cerritos de Cleto.
Se trata de 9 promontorios de poca altura alcanzando el más alto una altura aproximada de 6 a 8 metros, constituidos de roca volcánica muy dura, pero que guardan grandes vestigios de las numerosas tribus de cazadores-recolectores que por aquí deambularon buscando el diario sustento.
Tanto Sergio, Saúl y yo ya habíamos estado en este desolado lugar, poco antes de llegar a nuestro destino sufrimos un atascamiento del vehículo, ya que el camino fue inundado por la rotura de algún canal, derramándose una gran cantidad de agua originando así un deterioro notable en la ya de por si famélica rúa.
Llama la atención que en el pleno desierto nos atascáramos por efecto del agua, cuando hace más de un año que no cae gota por estos lares, son cosas del azar y de las características propias del desierto.
Al llegar a las susodichas lomas, Sergio nos sugirió que fuéramos a la más grande y alta, de igual forma nos hizo la referencia de unos hermosos e indescifrables petrograbados; en opinión del profesor Sergio uno de estos grabados está relacionado con las Pléyades, ese grupo estelar muy notable en la constelación de Tauro también conocidas como las siete estrellas principales del grupo de las Pléyades, “las siete cabrillas”.
Estás Lomas no son nada de altas lo que hace que no aparezcan en los mapas respectivos, procedimos Ventura y yo a darles la vuelta localizando en el camino otros grabados a los que les hemos denominado: “Estilo Laguna” donde fuera de algunos elementos antropomorfos, el resto de los grabados son astronómicos y muchos de estos petrograbados son de un geometrismo a toda prueba.
Las representaciones solares son abundantes también, son muy frecuentes los círculos, tanto solos como concéntricos o grupos de círculos formando figuras caprichosas.
Este sitio seguramente fue lugar de rituales y de eventos propiciatorios,
Solo pudimos revisar cuatro de las 9 lomas y las que visitamos cuentan con una buena cantidad de motivos abstractos. Una de estas figuras es la de un suástica, que como sabemos es un signo solar, o también llamada cruz gamada que aunque es un signo universal también la relacionamos con la Alemania de Hitler.
El amigo Julio César Carranza soltó su aparato volador llamado dron con las que tomó algunas panorámicas desde una altura de 30 metros. El lugar es interesante y bien vale la pena detallar cada uno de los grabados, pues el vandalismo en este lugar es feroz y puede acabar con este modesto pero gran patrimonio de San Pedro, de Coahuila y del mundo.
De Los Cerritos de Cleto regresamos a San Pedro, dejamos a Saúl y después de una opípara comida preparada por la esposa de Sergio la señora María de Jesús Navarro Rosales siendo el guiso un rico asado de puerco, nos encaminamos a Tierra Santa donde pernoctamos, pero eso será motivo de otra nota.
