Samuel Cepeda Tovar.
Son conflictos bastante lejanos, pero con consecuencias ecuménicas. Las represalias van más allá de la ya cada vez más lejana posibilidad de conflictos armados de talla mundial, pero sí de afectaciones económicas internacionales. Al final, los conflictos regionales suelen involucrar a dos naciones o grupos étnicos o políticos en donde uno tiene más poder que otro, y el débil debe recibir asistencia de otras naciones lo cual vuelve el conflicto más complicado.
Lo estamos viendo en Ucrania en donde la invasión rusa ha dejado civiles, muertos y daños económicos ingentes y que ha provocado tensión entre los Estados Unidos y Rusia con consecuencias económicas mundiales que han generado olas de inflación que terminan afectándonos a todos.
Algo muy similar está sucediendo con Taiwán, país que ha sido visitado por la jefa de la cámara de representantes del congreso de los Estados Unidos en una visita histórica que ha desatado la indignación de China, que considera a la isla como parte de su territorio y que por ello no debe recibir visitas de jefes o representantes de Estado.
La historia es simple; los chinos inician las exploraciones 200 años antes de Cristo a la isla de Taiwán y por ello la reclaman como suya. Posteriormente, durante la guerra chino-japonesa, los chinos deben ceder el control de la isla a Japón al ser derrotados y al final de la segunda guerra mundial, Japón derrotado regresa todas las islas ocupadas fuera de su territorio, entre ellas Taiwán. Cuando China entra en guerra civil y el comunismo logra triunfar, los perdedores nacionalistas huyen a Taiwán y desde entonces la isla reclama cierta autonomía, aunque no declara formalmente su independencia y China la reclama como parte de su territorio, es por ello que la visita de Nancy Pelosi ha hecho que los chinos lancen amenazas contra los Estados Unidos por el atrevimiento de la congresista que no obedece al presidente Biden al tratarse de un poder autónomo.
La respuesta de los chinos ya se ha formalizado con ejercicios militares en el estrecho marítimo que une a la isla con el gigante asiático, se trata de mostrar músculo bélico como cuando un animal territorial muestra fuerza para demostrar quién manda, no obstante, lo que realmente preocupa son las posibles sanciones económicas que ya se están dejando ver, una de ellas es bastante preocupante, pues la empresa china Contemporany Amperex Technology, quien es la mayor fabricante de baterías para autos eléctricos anunciaría su llegada a los Estados Unidos para abastecer a los autos de Tesla y Ford, sin embargo, a raíz de la visita de la congresista, el anuncio se ha pospuesto y con ello se tambalean los mercados bursátiles y se dejan de inyectar recursos en un país del cual por cierto dependemos económicamente.
Este simple anuncio de paro indefinido de la instalación de la empresa puede generar incertidumbre que provoque afectaciones y generen procesos inflacionarios de talla mundial. Más que represalias bélicas de escalada mundial, las sanciones entre economías grandes por conflictos regionales bélicos son los problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad y al final, como en las grandes guerras, son las clases más bajas quienes terminan pagando por la ambición o el abuso de algunos grandes que siguen con prácticas anquilosadas como el colonialismo y el imperialismo.