Hacer crecer el pastel

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Javier López Medina.

Hacer crecer la economía en Durango es una tarea esencial para cambiar el destino de los duranguenses. Es urgente y necesario hacer crecer el pastel.

Si partimos de que el Producto Interno Bruto es la riqueza que se genera en un Estado durante un año; Durango genera muy poca riqueza y aporta muy poco a la economía nacional; en el 2020 Durango aportó un 1.2 del 100% a la producción de la economía nacional.  Según datos del INEGI.

Para darnos una idea del tamaño de la economía de Durango, en el 2020 el Estado ocupaba el lugar 26 de los 32 Estados que conforman el país. Es decir, casi el último.

Para el 2020, la economía de la ciudad de Méxicog fue 15.1 veces más grande que la de Durango; El Estado de México 9.1; Nuevo León, 8.0, Jalisco, 7.5 y Veracruz, 4.5 veces más grande.

Chiapas y Guerrero, alcanzaron un PIB mayor al de Durango en el 2020. Mientras Chiapas alcanzó el 1.5 del PIB, Guerrero logró el 1.4. Es decir, dos de los Estados más pobres del país, aportaron más al PIB nacional que Durango.

Así como estos Estados, en total hubo otras 18 economías estatales que fueron más grandes que la de Durango durante ese año.

Esos 25 Estados tuvieron un pastel más grande que el de Durango y por tanto tuvieron más que repartir entre su gente. Las familias pudieron comprar más cosas, los empresarios tuvieron más dinero para invertir; el gobierno más dinero para el gasto público.

Poco Producto Interno Bruto, significa menos actividad económica, menos consumo, menos inversión empresarial y menos gasto de gobierno, así como la alta probabilidad de una balanza comercial negativa.

Para las 325 mil familias más pobres del Estado de Durango, poco Producto Interno Bruto significa poco ingreso en los bolsillos de la gente, poca comida en sus mesas, poca ropa en sus roperos, pocas posibilidades de ir a la escuela, pocas posibilidades de crecer, pocas oportunidades de trabajo y pocas posibilidades de una vida mejor.

Durango no solo tiene un problema de su economía para ese año, es un problema que permanece en el tiempo, que se encuentra enraizado en el corazón del Estado.

En los últimos 18 años el crecimiento promedio anual fue del 1.3%, lo cual significa que Durango tiene un problema estructural en su economía y no se la ha podido dar la “vuelta a la tortilla” durante muchos años.

Necesitamos hacer crecer la economía, hacer más grande el pastel, mantener un crecimiento sostenido y reducir la desigualdad en la que se encuentra sumida el Estado.

Si se logra, los duranguenses dirán todavía durante muchos años: “Esta fue su hora más gloriosa». (Winston Churchill).