José Luis Rodríguez Flores.
Un buen gobierno solamente puede existir cuando hay buenos ciudadanos.
Francisco I. Madero.
En mi artículo de la edición 430, comente en cuanto al dominio que debemos tener de sí mismo, para persistir en el espíritu, añadí que hay que estar cerca de las virtudes, alejándose de las emociones negativas; hago la breve alusión anterior, ya que en artículo (Cünhe, 2020) cita: “En 1907 Madero ya dominaba la escritura automática que le dictaban lo espíritus. El espíritu de “José”, fue el que le anunció la gran cruzada democrática que estaba a punto de emprender, en poco tiempo le exigió un dominio mayor de sus pasiones. Madero ya había visto cómo podía transformarse su alma siguiendo los consejos de sus hermanos espirituales y decidió prepararse con ahínco. Se fue a lugares solitarios, a su rancho “Australia”, meditaba y oraba profundamente. Procuraba madrugar, no dormir siesta. Ayunaba, y comía lo necesario para mantener las energías. No bebía y no fumaba”.
El 30 de octubre de 1908, el día del cumpleaños 35, el espíritu de Pedro le escribió:
“Estas en condiciones de dirigir a los demás. De impulsar a tus conciudadanos por determinada vía cuyo fin verás con la clarividencia de los elegidos. Sobre ti pesa una responsabilidad enorme…. Desventurado de ti, si por tu flaqueza, tú falta de energía no guías a tu patria valerosamente por ese camino. Ten fe, ten valor ten constancia y vencerás”. (Por falta de espacio se abreviaron textos, ver fuente citada.)
Francisco I. Madero acrecentaría su fe católica y creencia espiritual en Dios al cursar estudios a sus tiernos 10-11 años, la primaria en el Colegio Jesuita en Saltillo, Coahuila; luego partió en 1886 a la Culver Academies de Indiana, después Agricultura en Baltimore, en Francia estudio en École des Autes études Commerciales o Escuela de Comercio, finalmente en el departamento de agricultura de la Universidad de California en Berkeley; también aprendería de Allan Kardec en su estadía en Francia, espiritismo o médium escritor.
36 años residieron los jesuitas en Saltillo, los alumnos tenían misa diaria a las 7 de la mañana, rosario obligatorio las noches, prácticas doctrinales semanales y prácticas piadosas el año litúrgico, los primeros rectores: los sacerdotes Ignacio Velazco y Tomas Mas…. Primeros estudiantes: Camilo Figueroa (Médico), José García de Letona (catedrático), mi bisabuelo Dámaso Rodríguez Fuentes (industrial, comerciante, y ganadero), su hermano Herminio (comerciante), don Francisco I. Madero, don Eugenio Garza Sada, fundador del Tecnológico de Monterrey, y Cervecería Cuauhtémoc e innumerables empresas, don isidro López Zertuche fundador del “GIS” de Saltillo, el Gral. Vicente Dávila, firmante del Plan de Guadalupe, entre otros no menos valiosos alumnos.
Tras incendiario discurso de Madero para derrocar a Díaz en la alameda (Porfirio Díaz), hoy Mariano Escobedo, el 5 de junio de 1910, en reyerta de Roque Estrada con el jefe de policía de Monterrey, Morelos Zaragoza, Roque logró huir, por lo que buscan con Madero antes de abordar un tren en la estación del Golfo, y ante la negativa de Madero de informar el paradero de Estrada, fue aprehendido, Roque al enterarse de tan ruin acción se entregó aseverando que a él era el que inquirían, pero que soltaran a Madero, no obstante, ya no soltaron a Roque ni a Madero, ambos fueron recluidos en el penal de Monterrey; después de pasar días en la cárcel, Madero y Roque son trasladados a la cárcel de San Luis Potosí el 26 de junio, día que serían las elecciones primarias a la presidencia, y el 10 de julio sería las elecciones secundarias, que ganaría con fraude Porfirio Díaz.
El 26 de julio, Madero y Roque obtienen libertad condicional, les prohíben abandonar la que entonces sería su cárcel en San Luis Potosí, el 26 de septiembre; sin embargo, el día 6 de octubre de 1910, Francisco I. Madero evadió la vigilancia, agazapado, escondido en un tren, vestido de simple mecánico, abandonaría San Luis Potosí, su destino San Antonio Texas, EUA, donde ya lo esperaban los demás exiliados: Juan Sánchez Azcona, Aquiles Serdán, Enrique Bordes Mangel, Federico González Garza, y Miguel Albores, junto a Roque Estrada, Madero redactaría el plan de San Luis datado el 5 de octubre de 1910 con más de 5 mil copias.
Pero Madero tendría que recorrer un camino espinoso para lograr el triunfo electoral, en fin, no fue nada fácil para el apóstol de la democracia derrocar a Porfirio Díaz, tendría que aplicarse en su vocación espiritista o médium escritor, logrando con el espíritu de su hermano muerto Raúl, y otro espíritu de un individuo llamado José, fue que Madero logró publicar su libro en 1910 llamado “LA SUCESIÓN PRESIDENCIAL”.
Es prudente leer diversos libros que versan sobre las sesiones espiritistas de Madero, manifestando que durante sus deliberaciones, su hermano muerto muy joven, Raúl, le dictaba, y don Francisco escribía que debía hacer el bien con las riquezas y dejar los juegos de pool, tomar fortaleza de espíritu, para no sucumbir ante los fuertes embates que enfrentaría para poder conseguir sus anhelos democráticos, no obstante haber padecido amenazas de muerte, ir a prisión en San Luis Potosí, de la cual escaparía para proclamar el “Plan de San Luis” el 5 de octubre de 1910, emplazando al pueblo de México a levantarse en armas; luego el día 15 de octubre de 1911 ganaría finalmente Francisco I. Madero las elecciones por un periodo de 1911 a 1916 sin reelección,
Para variar, el 7 de junio de 1911, Francisco I. Madero hacía su entrada a la ciudad de México en tren, en la plataforma trasera del vagón número 35004, solo que entonces no vestido de mecánico, como vistió al huir del país, su entrada era apoteótica podrían estar más 100 000 personas en los andenes de los ferrocarriles vitoreando al prócer de la democracia., y el 31 de mayo de 1911, decía adiós Porfirio Díaz en Veracruz, se iba exiliado de México, zarpaba en el barco de vapor Ypiranga. Como corolario, insisto busquemos acercarnos a las virtudes, ustedes amigos lectores, y el suscrito.