Mis sexenios (82). La corrupción de la partidocracia

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

           En marzo de 2004, la partidocracia nos regaló varios ejemplos de la corrupción en que se revuelcan los políticos de todos los partidos. En el internet circulaban los videos que los exhibía haciendo negocios ilícitos a la sombra del poder.

Uno de esos videos mostraba a Jorge Emilio González Martínez, “El Niño Verde”, dueño del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en negociaciones con alguien que le ofreció un soborno de dos millones de dólares, para que le ayudara a liberar unos terrenos protegidos cerca de Cancún, con el fin de usarlos en la construcción de una zona hotelera que afectaría la flora y la fauna del lugar al destruir los manglares. Cuando la denuncia se hizo pública, Jorge Emilio González sólo externó: “Me chamaquearon”.

Rosario Robles, Emilio González, Rene Rejarano

En otro video, grabado por Carlos Ahumada Kurtz, le entregaba fajos de billetes a René Bejarano Martínez, entonces diputado de la Asamblea del D. F., coordinador parlamentario de la Fracción del PRD y personaje ligado Andrés Manuel López Obrador.

Según Carlos Ahumada, entregó los videos para denunciar que era extorsionado por dirigentes y funcionarios públicos del PRD. Ahumada también le había dado dinero a Carlos Imaz y Ramón Sosamontes. En sus declaraciones, Carlos Imaz aseguró que el dinero que recibió se lo entregó a Rosario Robles Berlanga. Bejarano y Sosamontes también dirían que el dinero que les dieron lo habían entregado a la entonces presidenta del PRD.

Carlos Ahumada utilizó lo oficios del entonces senador panista Diego Fernández de Cevallos y del expresidente Carlos Salinas de Gortari, con quienes acordó dar a conocer los videos en Televisa a cambio de protección por la acusación de fraude de 31 millones de dólares que tenía el constructor.

Según se dijo, la intención de este video era dañar la imagen de Andrés Manuel López Obrador, entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, y precandidato presidencial. René Bejarano, hombre muy cercano a AMLO, fue enjuiciado, encarcelado y finalmente absuelto un año después.

Debido a que Rosario Robles tenía una relación sentimental con Carlos Ahumada, el escándalo fue cruel, intenso y pasional. Su justificación fue de telenovela, según ella, su error fue haberse enamorado de Ahumada. Rosario Robles siempre vio este escándalo como un asunto del corazón, no de la grosera corrupción de los perredistas. Finalmente, Rosario Robles renunciaría a la dirigencia nacional del PRD y posteriormente abandonaría el PRD, partido del que había sido cofundadora, para ligarse al PRI y participar en el gabinete de Enrique Peña Nieto en donde también saldría acusada de corrupción.

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Eran tiempos en que los “respetables” empresarios salinistas Alonso Ancira y Xavier Autrey, propietarios (¿o prestanombres?) de Altos Hornos de México, estaban prófugos por robarse los impuestos. Pero, aun así, Ancira y Autrey eran los “notables” que tenían en sus manos el destino de la más importante siderúrgica de América Latina, y los que mandaban en toda la región minera de Monclova y sus alrededores. Un reino para los hacendados del acero.

Por esos días, Enrique Martínez había filtrado que se iría del gobierno de Coahuila antes de terminar su mandato para buscar la candidatura a la Presidencia de la República, incluso se especuló que el elegido para el interinato gubernamental era José María Fraustro Siller, por ser el amigo íntimo más cercano a Enrique Martínez.

Emilio Lozoya, Alonso Ancira y Xavier Autrey

El 7 de junio de 2004, día de la libertad de expresión, el gobierno enriquista le entregó un reconocimiento a Ernesto Julio Teissier Flores, amigo y socio de Luis Horacio Salinas Aguilera, “por su labor periodística”.

En ese evento, el orador oficial fue Armando Fuentes Aguirre “Catón”, quien aseguró que Ernesto Julio era un ejemplo de trabajo, siempre regido por el principio de la libertad de prensa. Pero nada dijo sobre su negra historia.

La leyenda es la siguiente: A principios de los setenta, luego de la masacre de la Plaza de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, se corría la versión -nunca desmentida- que Ernesto Julio Teissier había sido el autor de un libro difamatorio y de circulación selectiva, titulado “¡El Móndrigo!”.

En dicho libro, el autor pone en entredicho a los principales miembros del Consejo Nacional de Huelga que aglutinó a los dirigentes del movimiento estudiantil de 1968, y dirigió la huelga de la UNAM y la lucha contra el autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz, que terminó con el asesinato de un número hasta ahora desconocido de estudiantes y gente del pueblo que se había reunido el 2 de octubre en la Plaza de Tlatelolco para realizar un mitin.

Por aquel entonces leí el libro de Rafael Loret de Mola “Destapes”, en donde da a conocer chismes y datos sobre la vida de algunos precandidatos presidenciales. De la mayor parte de ellos, Loret de Mola abunda en sus relaciones políticas y económicas, pero respecto a Andrés Manuel López Obrador señala un caso, que según el autor, no quiere recordar AMLO, entonces precandidato perredista.

El libro relata un accidente que de niños tuvieron Andrés Manuel y uno de sus hermanos. Al estar jugando con una pistola, Andrés Manuel mató a su hermano; lo que le hizo recordar al autor el caso de los niños Salinas de Gortari (Raúl y Carlos), cuando jugando a hacer un fusilamiento, mataron a una adolescente que trabajaba de sirvienta en su residencia.

Rafael Loret también aborda el suicidio de la esposa de otro precandidato presidencial, el gobernador de Hidalgo, Manuel Ángel Núñez Soto, y cuenta el poco profesionalismo con que las autoridades judiciales de Hidalgo trataron el suicidio de la primera dama de ese estado.

Loret de Mola da a conocer que la esposa del gobernador de Hidalgo no se había suicidado, sino que fue asesinada por su esposo, el gobernador Manuel Ángel Núñez…

(Continuará).
Denuncia contra Humberto Medina Ainslie