José Guadalupe Robledo Guerrero.
Al inicio de su gobierno, el presidente López Obrador denunció -en la mañanera, dónde más- sobre un posible golpe de estado, luego diría que el ejército era el pueblo uniformado y les entregaría innumerables concesiones, para que a través de ellas, los militares construyeran sus obras icónicas: el tren maya y la refinería de Dos Bocas, además de encargarles aduanas, aeropuertos y puertos, y hoy les quiere concesionar la seguridad pública, en su plan de militarizar el país.
Otra vez, AMLO vuelve a las andadas, ahora dice que intereses ajenos están pugnando por una rebelión en las fuerzas armadas, luego que se filtrara el documento de la “nueva verdad del caso de Ayotzinapa”, en donde se acusa de complicidad al 27 batallón de Iguala, y a algunos oficiales y soldados involucrados en la desaparición de los 43 estudiantes, incluso habló de que tenía presiones, pero como siempre sucede no dijo de donde provenían.
Lo cierto, es que este nuevo escándalo, surgió en momentos en que AMLO insiste en que se alargue del 2024 a 2028 la presencia del ejército en las calles, encargándose de la seguridad pública mediante la Guardia Nacional, y cuando todos los politicastros de los partidos políticos, se han quedado afónicos de tanto exclamar el gran respeto que tienen por las fuerzas armadas, dando a conocer que también el pueblo de México tiene una enorme confianza en los militares.
Es obvio, que López Obrador dio luz verde para que el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, presentará en estos momentos el informe de la “Comisión para la verdad y acceso a la justicia del caso Ayotzinapa”, en el cual se muestra el involucramiento del ejército y la Marina, en donde los militares son acusados, incluso de asesinato y de no intervenir porque no tenían la orden de sus superiores.
Por tal motivo, y de acuerdo a la tradición, los militares no aceptan ser señalados, menos aún ser juzgados de crímenes que obviamente no reconocen, aunque no sea la primera vez que han actuado en contra del pueblo, reprimiendo a los sectores que luchan por la reivindicación de sus derechos o por conseguir justicia. De estas acciones represivas del ejército existen muchas en la historia reciente del país, y en la época de los años 50 y 60.
Actualmente, gracias a López Obrador, los militares se han empoderado, a tal grado que los sectores críticos de la sociedad, insisten en que AMLO está militarizando al país en detrimento del frágil régimen democrático, que según dicen tenemos los mexicanos.
Pero AMLO no escucha, su plan de convertirse en dictador, en héroe de la nación, y de seguir gobernando transexenalmente, lo ha enloquecido. Ahora está metido en un problema que nadie sabe cómo saldrá del mismo, pues la desconfianza en él ha surgido en las entrañas de las fuerzas armadas, pues fue AMLO quien se metió en este berenjenal, queriendo jugar al Joseph Fouché, dejó correr el informe sobre el caso Ayotzinapa, mientras se apoyaba en las fuerzas armadas y les juraba amor eterno. El juego obradorista es peligroso, pero lo es mucho más para el pueblo de México.
Estemos atentos para ver como se resuelve el problema. Lo cierto es que los militares no están dispuestos a que los sienten en el banquillo de los acusados, pero ahora que fueron hackeados los archivos de la Sedena, acción que ya reconoció AMLO, seguramente se sabrán muchas cosas tenebrosas de las fuerzas armadas.
Política aldeana
A pesar de que México se encuentra inmerso en graves problemas de salud pública, educación, inflación, inseguridad y enormes carencias y necesidades, la Cámara de Diputados ya discutió y aprobó el final del cambio de horario, según arguyeron por múltiples consecuencias en la salud de la población, en donde incluyen todo tipo de enfermedades por el solo hecho de adelantar y atrasar el reloj una hora en verano y otoño. ¡Pobre México! Con esos politicastros corruptos de la partidocracia mexicana.
Preguntas huérfanas
¿Por qué reservaron la información de las elecciones internas de Morena como asunto de seguridad nacional?
¿Quién es el verdadero dueño del pocito de carbón donde quedaron atrapados 10 mineros? ¿Será Régulo Zapata? ¿Por qué lo ocultan?
¿Será cierto que el inefable Jesús Alberto Montalvo Morales, ex director de la facultad de Ciencias de la Administración y actual director de Planeación de la UAdeC, está en ese cargo por la recomendación de Jericó Abramo Masso? ¿Sabrá Jericó las historias negras que se cuentan sobre este sujeto?