Jesús M. Moreno Mejía
El tiempo es el más
sabio de los consejeros.
Plutarco.
“Cómo han pasado los años… reza una canción romántica de Rafael Ferro y Roberto Levi, que interpretó en vida, Rocío Dúrcal, cuya bella frase me inspiró esta breve semblanza de José Guadalupe Robledo Guerrero y “El Periódico de Saltillo”, del que él es su fundador.
Porque han pasado 34 años desde que Pepe Lupe (como cariñosamente lo llamo) fundó “El Periódico de Saltillo” (1988), inicialmente como un medio impreso de tamaño tabloide, con artículos de su autoría y textos de otros periodistas con contenido variopinto, pues él es un libre pensador que acepta colaboradores con todo tipo de ideas, siempre y cuando el contenido sirva para formar opinión.
Su columna “Mis Sexenios”, recoge sus experiencias periodísticas obtenidas en el transcurso de varios gobernadores de Coahuila, a partir de 1969, a partir de la administración de Eulalio Gutiérrez Treviño, “desde el mismo escenario o primera fila de dichos sexenios”, como afirma el propio Robledo Guerrero.
Otra canción de corte romántico, “Cuando los años pasan”, del inolvidable José Alfredo Jiménez, me hizo reflexionar sobre el desarrollo de “El Periódico de Saltillo”, pues en el contexto de esa canción señala “Por los momentos grandes…” y esa afirmación tiene cabida en la evolución experimentada en los últimos años, al convertirse de un medio impreso a la versión digital, conservando y acrecentando el número de lectores que tienen la oportunidad de leer su contenido desde varios puntos geográficos de Coahuila y del país, a través de la Internet (o red de redes).
José Guadalupe Robledo Guerrero nació en San Luis Potosí, pero a los 18 años llegó a Saltillo en busca de la subsistencia, empleándose inicialmente como obrero en fábricas de la capital de nuestro estado y en Torreón, al tiempo que se preparaba académicamente, cursando secundaria y preparatoria.
En sus años mozos participó en diversas luchas reivindicatorias de obreros, colonos, campesinos y estudiantes, lo mismo en Saltillo, en San Luis Potosí, en la Huasteca Potosina y en Torreón. Fue empleado de la Universidad Autónoma de Coahuila, además cursó la licenciatura en Administración de Recursos Humanos.
Pepe Lupe fue profesor en distintas instituciones educativas: El Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios (Cebatis); Instituto de Estudios Profesionales de Saltillo (IEPS) y en la UAdeC.
Desde 1982 incursionó en el periodismo, por lo que tiene 40 años en “el oficio más bello del mundo”, tal como lo definió Gabriel García Márquez, escribiendo lo mismo comentarios, reportajes, entrevistas e investigaciones periodísticas con enfoque crítico, que le han valido, en ocasiones, agresiones y arbitrariedades del poder, sin que por ello haya renunciado a variar su línea periodística de objetividad de los hechos redactados por su pluma.
Recientemente, con el apoyo de la Universidad Autónoma de Coahuila, sale a la luz pública el libro “Mis Sexenios”, que es una compilación de lo redactado por Pepe Lupe en torno a los gobiernos de los gobernadores, Eulalio Gutiérrez Treviño, Óscar Flores Tapia, José de las Fuentes Rodríguez, Eliseo Mendoza Berrueto, Rogelio Montemayor Seguy, Enrique Martínez y Martínez y una parte de Humberto Moreira Valdés.
Resulta por demás interesante enterarse de situaciones especiales vividas en dichos sexenios, que no conoció de la opinión pública, ya que ocurrieron tras bambalinas, como el enterarse Robledo Guerrero de que Óscar Flores Tapia no tenía simpatía por el exgobernador, Braulio Fernández Aguirre, pero que lo apoyó durante su mandato para que fuera senador, para amarrar la simpatía del grupo lagunero a su gubernatura.
De Eulalio Gutiérrez Treviño (antecesor de Flores Tapia), considera el autor de “Mis Sexenios”, ‘fue un político caracterizado por ser sensible y respetuoso’, hijo del general revolucionario, Eulalio Gutiérrez Ortiz, quien fue presidente provisional de México, designado por la Convención de Aguascalientes en 1914, donde Emiliano Zapata y Francisco Villa tomaban las decisiones del país.
Sin embargo, al final de su administración, Gutiérrez Treviño fue olvidado por la clase política y su presencia en la historia de Coahuila fue relegada como un gobernador más del montón, y por eso los historiadores oficialistas le restaron los méritos que tuvo durante su gestión, afirma Pepe Lupe.
Lo anterior y otros comentarios bastantes interesantes, aparecen en el texto de “Mis Sexenios”, por lo que resulta ser un libro bastante interesante de leer, para quienes gustan conocer más de la historia política de los gobernadores inicialmente mencionados.
Personalmente, felicito cordialmente a mi director y amigo, José Guadalupe Robledo Guerrero, por haber salido a la luz pública su libro “Mis Sexenios” (título que significa haberlos conocidos él) y por mantenerse erguido al frente a “El Periódico de Saltillo” durante 34 años.
¡Es cuanto!