Samuel Cepeda Tovar.
Con 218 escaños la Cámara de Representantes vuelve a ser de los republicanos, al tiempo que Donald Trump hace oficial su candidatura para 2024 con la intención de recuperar la Casa Blanca. Desde luego que las elecciones intermedias suelen ser utilizadas como barómetro para medir la aprobación o rechazo al mandatario en turno, en este caso se trata del presidente demócrata Joe Biden.
Sin embargo, hay que regresar a la historia norteamericana para analizar brevemente la posibilidad del retorno del polémico expresidente y precisar con exactitud lo que realmente significa la derrota demócrata en las elecciones de hace unos días. Para empezar, de cuatro expresidentes norteamericanos, solo uno ha logrado la reelección luego de haber dejado la presidencia; se trata de Grover Cleveland quien gobernó los periodos 1885-1859 y 1893-1897. Los expresidentes que lo intentaron y no lo logaron fueron Martin Van Buren, Theodore Roosevelt y Herbert Hoover; por lo que, si atendemos a este criterio, los números para Trump no son esperanzadores, realmente necesitaría una serie de condiciones bastante particulares y determinantes para, en primer lugar, ser nominado por su partido como su candidato presidencial.
Además, se trata de aspiraciones cargadas de investigaciones por delitos federales, pues sigue abierta la carpeta de investigación de la toma del Capitolio en enero de 2021 y por el mal manejo de documentación altamente clasificada, aunque ciertamente no hay acusación formal alguna, lo cierto es que el anuncio del magnate pudiera acelerar el proceso para denuncias formales.
Lo que sin duda es cierto, es que el expresidente anuncia sus intenciones polémicas al ser el único expresidente en toda la historia norteamericana que ha sido llevado a juicio político en dos ocasiones y esto realmente pesa mucho en detrimento de sus deseos de retornar al poder; además, el factor de la derrota demócrata en la cámara baja tampoco supone un espaldarazo para el magnate, pues desde el año 1922 ha habido tres casos previos en los que el partido del presidente ganó escaños en el Senado y perdió menos de 10 escaños en la Cámara de Representantes en la primera mitad del mandato del presidente: 1934, 1962 y 2002; y todos estos casos son logros monumentales para el partido del presidente y grandes excepciones a la regla, lo que sugiere que el partido que controla la Casa Blanca generalmente pierde escaños en unas intermedias, lo cual nos deja ver que lo sucedido no es una señal de que los republicanos se perfilan para recuperar la Casa Blanca, pues además hay que señalar que los Demócratas continúan con el control del Senado.
Lo que realmente sucederá es una parálisis dentro del poder legislativo por parte de la oposición al frenar las iniciativas de Biden y ello solo afecta sin duda alguna al pueblo norteamericano y de paso a los países que dependemos de los vaivenes políticos del pueblo estadunidense.
No, Trump no está ni siquiera lejos de retornar al poder, es más, ni siquiera conseguirá la nominación de su partido para 2024, al final se trata del mismo tipo escandaloso que precisamente por sus arrebatos dejó la presidencia en 2020.