Oliverio Ascascius.
Siendo las 19 horas, del sexto día, del sexto mes:
Me declaro culpable de amar a quien no debiera
y no amar a quien más me ha querido.
Culpable de no amar a quien no quiere
o no me puede querer,
y no amar a quien me ama y muere por mí.
Me declaro culpable
de haber amado con alevosía y ventaja,
culpable de haberla abrumado de tanto amor,
culpable de no amar a quien si lo merecía.
Mi castigo será vivir sin ella,
de estar sin ella
de vagar por el mundo sin ella.
Así que díctese tan cruel castigo
y cúmplase la sentencia.