José Guadalupe Robledo Guerrero.
El pasado lunes 12 de diciembre, el dirigente de Morena, Mario Delgado Carrillo, informó que Armando Guadiana Tijerina había resultado ganador en las encuestas de ese partido, y se convertía en coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Coahuila, lo que lo enfila a ser el candidato a Gobernador del morenismo en nuestro estado.
Después de dicha información se desató el berrinche del perdedor que vino a Coahuila presumiendo que era el candidato de Andrés Manuel López Obrador, el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, quien de inmediato descalificó las encuestas partidistas, y amenazó al dirigente nacional de Morena con darle la queja a AMLO. La respuesta de Delgado lo puso al tanto: el presidente ya lo sabe… y por lo tanto estuvo de acuerdo.
A pocas horas de haberse dado la noticia, comenzaron en las redes sociales del internet toda suerte de especulaciones, muchas emitidas por quienes poco saben de la política, aquellos que creen que todo se reduce a levantar el puño, ir a marchas, votar, recibir su pensión, proferir descalificaciones y muchas acusaciones sin sustento, emanadas de sus pequeños resentimientos, venganzas verbales y miedo a perder sus canonjías.
De todos modos, hubo muchos que dijeron que no les sorprendía la victoria de Guadiana, pues ellos siempre estuvieron con él, lo cual es una mentira, pues todos creían que el elegido era Mejía Berdeja. Solo supe de un puñado de políticos jóvenes que estaban convencidos que Guadiana podría ser el ganador, y empeñaron sus esfuerzos en lograrlo. Lo demás son jaladas de los oportunistas.
En pocos días oí muchas barbaridades disfrazadas de análisis políticos, y muchas, pero muchas imbecilidades, como aquella de que la decisión de Morena había favorecido al PRI, y por lo tanto “se la habían puesto de papita a Manolo Jiménez”. Lo cual es una descalificación a Armando Guadiana, olvidándose que fue el senador del Stetson que levantó la denuncia contra la megadeuda, a través de una asociación que él creo y financió, y con la cual recorrió el país para dar a conocer el enorme empréstito de 36 mil millones de pesos que le había heredado a Coahuila el ex gobernador Humberto Moreira Valdés.
Se les olvida, que fue Guadiana quien fundó Morena en Coahuila, que fue un importante apoyo financiero para el movimiento de López Obrador en nuestro estado, y que además en una manifestación de congruencia y libertad definió su simpatía por Ricardo Monreal, al que, aunque ahora no lo quieran los morenistas duros, nadie le puede regatear sus servicios prestados en 20 años al obradorismo. Se olvidaron que Guadiana siempre lideró las encuestas.
También olvidaron los resentidos y convenencieros que Ricardo Mejía Berdeja perdió la nominación como virtual candidato de Morena a gobernador de Coahuila, porque en 9 meses de intensa precampaña y mucho dinero gastado en promocionar ilegalmente su figura, nunca pudo remontar el tercer lugar en la lista de los precandidatos. Y no logró posicionarse -principalmente- por sus actitudes y comportamientos que lo fueron alejando de su ambición.
Mejía Berdeja estuvo desarraigado del estado por 17 años, y retornó a Coahuila como el candidato favorito de López Obrador, incluso, llegó acompañado del secretario de Gobernación, Adán Augusto López y del titular de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, en aviones oficiales, y llegó echándole la bronca a todos: medios, periodistas, priistas, panistas y ciudadanos que no estaban de acuerdo con él, y de paso, también acusó a autoridades de corrupción, sin más datos que sus dichos. Nunca nadie, ninguno de sus “asesores” y mercenarios le dijo que esas actitudes de pandillero o porro, no era bien vista en la política coahuilense… y se fue de frente.
Mientras Mejía Berdeja denunciaba la corrupción en nuestro estado, reunió en torno suyo a corruptos bien conocidos por los coahuilenses: la mafia del carbón, expresidiarios, prestanombres, extorsionadores, mercenarios, factureros, y se hizo acompañar por personajes impresentables que venían de otros estados a financiar su supuesta campaña con dinero sucio.
También es cierto que algo pasó, de repente Mejía Berdeja dejó de ser el favorito de AMLO, por eso se especula que hubo una negociación al respecto, pero hasta ahora no se sabe cuál fue, si es que la hubo. La verdad, es que, desde la mañanera, López Obrador ya dijo que había que respetar la encuesta. Por eso se cree, que luego de su berrinche, Ricardo Mejía tiene tres alternativas: sumarse, sumirse o salirse.
Ante todo esto, una persona cercana a mis afectos me preguntó: ¿Qué opinas de la victoria que obtuvo Armando Guadiana? Mi respuesta fue: “Es bueno, porque ahora nadie se tendrá que preocupar si gana Morena. Ya no habrá el riesgo de que traigan de nuevo al crimen organizado, ni que polaricen a nuestro estado”.
En pocas palabras, con la nominación de Armando Guadiana Tijerina ganó Coahuila, porque de ser él el candidato de Morena, las próximas elecciones no serán fincadas en la polarización, tampoco en las descalificaciones, amenazas y revanchas, sino en las propuestas y proyectos para mejorar las condiciones de nuestro estado y seguir salvaguardando lo que más nos interesa: la seguridad, el progreso, el empleo y la convivencia pacífica. Así que tendremos una elección civilizada, al nivel del estado de Coahuila.
Es cierto que el enigma se aclaró, y si no hay cambios imprevistos, la próxima gubernatura será disputada entre Manolo Jiménez Salinas del PRI y Armando Guadiana Tijerina de Morena, a ambos los conocen en Coahuila, y la justa la decidirán los votos, porque con votos se ganan las elecciones.
Por último, hay quienes hablan de cicatrizar la herida abierta entre Mejía Berdeja y Guadiana Tijerina, pero hay quienes piensan que con el triunfo de Guadiana, el morenismo en Coahuila debe cribarse para limpiar sus filas de indeseables, y que lo mismo deben hacer los priistas, para que los impresentables ya no tengan cabida en ningún bando. Alea Jacta Est.
Política aldeana
Después de conocerse la información sobre la victoria de Armando Guadiana, otro miembro de La Burbuja recobró el habla. Fue así como Eduardo Olmos que se había mantenido callado ante la inminente candidatura de Ricardo Mejía, salió a la palestra a decir que el PRI le ganará al candidato de Morena. Qué predecibles son los politicastros.
Preguntas Huérfanas
¿Por qué Beatriz Paredes Rangel, precandidata priista a la presidencia de la república, escogió como coordinador de su precampaña en Saltillo al impresentable Abraham Cepeda Izaguirre? ¿Se le acabó el mundo a Beatriz o se lo recomendó el ex gobernador Enrique Martínez y Martínez?