José C. Serrano Cuevas.
Aurelio de los Reyes García Rojas, nació en Aguascalientes hace 81 años, es un historiador, escritor, investigador y académico mexicano. Se ha especializado en la historia del cine en México y en la investigación iconográfica. Ha montado diversas exposiciones y ha sido guionista de mediometrajes.
Se trasladó a la Ciudad de México en donde estudió en la Escuela Nacional Preparatoria, después ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fue maestro de tiempo completo en la Facultad de Humanidades de la Universidad Veracruzana. Realizó un doctorado en el Colegio de México (COLMEX) y un doctorado en letras en la UNAM.
En su trabajo como investigador y académico, combina sus habilidades para la escritura y el conocimiento histórico. Hace una revisión seria y pormenorizada del acontecer en la industria cinematográfica desde su alumbramiento hasta los años recientes.
De los Reyes, en esa línea del tiempo, destaca lo que él llama un cine ligero y entretenido; resalta que para las clases medias surge este tipo de cine moderno y mundano, filmes que abordan con libertad y franqueza las cuestiones de la sexualidad contemporánea, como Entre Pancho Villa y una mujer desnuda (1994) de Sabina Berman, Sexo, pudor y lágrimas de Antonio Serrano (1999), El segundo aire de Fernando Sariñana (2001).
Más cercanos al read movie, están Por la libre de Juan Carlos Llaca (2000), Y tu mamá también de Alfonso Cuarón (2000); Antonio Urrutia dirige Asesino en serio (2002), sobre un cura libidinoso y un policía judicial inexperto en las artes amatorias, y la más relevante, la acre La ley de Herodes de Luis Estrada (1999).
En días recientes el periodista Sergio Raúl López ha dicho que, si existe un cineasta que representa, como ningún otro, el sistema métrico sexenal que rige al país desde hace más de ocho décadas ese es, sin duda alguna, el controversial y polémico a la vez que taquillero y exitoso, pero también inconfundible y personalísimo Luis Estrada, cuyos largometrajes critican, testimonian e incluso ridiculizan la administración presidencial en turno.
Así ha ocurrido con La ley de Herodes y su acervo retrato de la corrupción priista al final del sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León; Un mundo Maravilloso (2006), respecto de la exclusión neoliberal con Vicente Fox Quesada; El infierno (2010) y su retrato de la irracional guerra al narco con Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, o La dictadura perfecta (2014), denunciando el poder televisivo que encumbra presidentes como Enrique Peña Nieto.
Lo mismo se esperaba de ¡Que viva México! (2023), una farsa coral que reúne y resume en una sola familia enloquecida detrás de una herencia minera, a muchos de sus personajes anteriores, pero en épocas de un nuevo partido hegemónico: Morena.
Luis Estrada solicitó el apoyo gubernamental para financiar el filme, pero fue rechazado cinco veces; a eso él le llama «un acto de censura preventiva por parte de las autoridades culturales y cinematográficas del país, porque apostaban a que yo no pudiera hacer esta película en este sexenio».
El cineasta rememora que cada vez que Andrés Manuel López Obrador se ha presentado a un cargo de elección popular ha votado por él, pero su preferencia política no le impide dejar de lado la enorme decepción que la Cuarta Transformación (4T) ha causado en el mundo de la cultura y el cine, tanto por los hechos como por el contraste entre las expectativas de lo que iba a ocurrir con el Proyecto de Nación.
Enfático, Luis Estrada expresa que «el único gobierno que no me apoyó en mi carrera cinematográfica fue el de López Obrador; que con su pan se lo coman María Novaro y Alejandra Frausto, porque es un hecho consumado y la película ya está». Su lanzamiento nacional ha sido previsto para el jueves 23 de marzo de 2023 en 2 mil 500 pantallas.