Jesús M. Moreno Mejía.
“El hombre no sirve a los
intereses de ningún ser,
exceptuado los propios.”
George Orwell.
Quedó de manifiesto en la reciente Cumbre de Líderes de América del Norte, que el poder de la nación del vecino país del norte sigue siendo el que marca la pauta en lo que se refiere a sus intereses económicos y sociales, siempre han sido ellos los que logran mayores beneficios.
Considero que son los economistas los que tienen la palabra en cuanto a desglosar los alcances obtenidos en la mencionada Cumbre de Líderes de América del Norte, en la cual participaron particularmente los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; de EUA, Joe Biden, y el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, y las mejores ganancias obtenidas en esa reunión fueron especialmente para el vecino país de allende el Río Bravo.
El poder que tiene EUA lo podemos ejemplificar incluso con los medios de transporte utilizados por el Presidente Biden: La limusina presidencial para uso oficial del Jefe de esa Nación, conocida popularmente como “La Bestia”, así como la aeronave destinada para el mismo fin, la Air Force One (AF1), que en ambos pocos conocen de sus detalles particulares.
“La Bestia” es un coche extraordinario en su fabricación, creado por la empresa Cadillac de General Motors, que inicialmente fue utilizada por el expresidente, George Bush, entre 2001 y 2009, y con nueva tecnología por el también expresidente, Donald Trump, en 2018, quien durante su mandato popularizó el mote dado a ese vehículo.
El actual presidente, Joe Biden, usó por primera vez esa unidad automotriz extraordinaria durante los actos oficiales de juramento como nuevo presidente de EUA, acompañado de su esposa, Jil Biden, el 20 de enero de 2021 en Washington y ahora en la CDMX del 8 al 10 del mes en curso,
El vehículo presidencial cuenta con un alto nivel de protección, cuyos detalles solamente maneja el servicio de seguridad de Joe Biden, mismos que, obviamente, están destinados a darle una plena seguridad personal al jefe de estado. Obvio es que el fabricante desarrollo “tecnología de punta” para hacer de “La Bestia”, una auténtica fortaleza sobre ruedas.
Se estima que la carrocería tiene un grosor de unos 20 centímetros y por ello puede soportar el impacto de proyectiles de gran calibre, gracias a su extraordinario blindaje, consistente en una aleación de acero, aluminio, titanio y cerámica, con la posibilidad de incluir algunas capas de keviar, el material que se utiliza en los chalecos antibala. Su peso total, se estima en nueve toneladas y su longitud es de 5.5 metros; su costo inicial (2016) fue de aproximadamente 1.5 millones de dólares.
Por todo lo anterior, dicha limusina es considerada el vehículo más seguro del mundo, dadas las características antes mencionadas, a las que se le han agregado algunos detalles de comodidad y accesibilidad, con el consiguiente aumento de su costo, amén de que en sus entrañas tiene una estructura propia de los grandes camiones de la General Motors, con un motor V8 de 6.6 litros de más de 300 caballos de fuerza, necesarios para mover todo el conjunto de “La Bestia”.
De acuerdo con información obtenida por reporteros del periódico “El Universal, la limusina blindada que utiliza Biden, cuenta con un alto nivel de protección para su salud, incluyendo bolsas de sangre refrigerada del tipo del mandatario, además de contar con sofisticado equipo para responder ataques armados del exterior, tales como provocar nubes de humo y caída de aceite en la parte trasera, para desistir a posibles unidades automotores que lo sigan con malas intenciones en un caso dado.
Cuenta con conexión satelital e Internet, así como faros de visibilidad nocturna, por si hay que huir sin ser vistos por eventuales enemigos; existiendo otra limusina igual, que se desplaza a la par de la limusina donde viaja el Presidente y sus acompañantes, para evitar ser blanco fácil en caso de un ataque, o bien por si hay que entrar en sustitución o apoyo a aquella, independientemente de que siempre va un convoy de 25 vehículos, para dar protección a los dos vehículos presidenciales.
El domingo 8 del presente mes, la aeronave Air Force One aterrizó a las 19.23 horas en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFE), de Santa Lucía, a bordo de la cual venían el presidente Joe Biden, su esposa Jill Biden, e integrantes de la delegación estadounidenses; los dos personajes abordaron “La Bestia” e invitando a su anfitrión, el presidente Andrés Manuel López Obrador, para trasladarse en dicho vehículo a la CDMX, empleando en el trayecto una hora y 5 minutos en un trayecto totalmente despejado, para mejor seguridad de los mandatarios.
La aeronave Air Force One (AF1), es un Boeing de la serie 747-200 de la Fuerza Aérea estadounidense, con 4 mil pies cuadrados de espacio en 3 niveles, destacando la suite presidencial, una oficina grande, baño y un salón de conferencias, así como un número considerable de cómodos asientos individuales para los acompañantes del presidente estadounidense.
Concluida la Cumbre de Líderes de México, EUA y Canadá, el AF1 partió de Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el martes 10 de este mismo mes, a las 19.06 horas, llevando a Biden, su esposa Jill y su delegación, rumbo a la capital del vecino país del norte, Washington, D.C. Satisfecho el mandatario estadounidense de que los logros obtenidos le favorecieron a su país, confirmando con ello el dicho que dice, “Estados Unidos de América no tiene amigos, sino intereses que cuidar”.
¡Hasta la próxima!