Oliverio Ascascius.
Hoy te dejo un abrazo.
Un abrazo que no es de cumpleaños
ni de año nuevo.
Ni por ninguna otra fecha en especial.
Este es un abrazo que está más allá
de lo cotidiano y de los gestos estudiados.
Es un abrazo donde se puede sentir
no sólo el calor de los cuerpos,
la suavidad de la piel
o el perfume de los cabellos
al estar tan juntos, abrazados.
Es un abrazo donde las almas
sienten reconocerse
cuando habitaban en un solo ser.
Un abrazo que remueve
sensaciones ancestrales,
pensamientos ocultos,
deseos glorificados.
Es un abrazo que deja huella
y que desearía uno que nunca se acabe.
Es un abrazo donde los corazones
palpitan al unísono
como relojes sincronizados.
Un abrazo donde tú seas tú
y yo sea yo
pero abrazados seamos la felicidad.