Luis Fernando Hernández González.
La prospectiva representa una habilidad formativa que debe ser desarrollada por aquellos que pretenden incursionar en el estudio y ejercicio público del poder, para buscar mediante distintos medios servir a la sociedad.
En el entramado de las ciencias políticas, la prospectiva representa una habilidad que debe ser desarrollada y afinada por aquellos que pretenden sumergirse en el estudio y ejercicio público mediante distintos usos de esquemas y estrategias organizativas que brinden resultados a la sociedad.
Al ser la prospectiva un compuesto de capacidades analíticas combinadas con el razonamiento libre; todo ello basado en el uso de un pensamiento sistémico que parte de la premisa de la visión de las cosas como un todo estructurado, es decir sistematización de toda actividad social organizada para un bien general.
Asimismo, la política conlleva la responsabilidad de proteger y garantizar el bienestar de una población, pues deviene de un poder otorgado por la confianza en su conducción. Comprendidos a grandes rasgos ambos términos, el primero debe ser aplicado al segundo configurándose una amalgama de nuevas posibilidades para la planificación y organización al ejercer políticamente sus distintas funciones.
Es ahora que las nuevas generaciones interesadas en las ciencias políticas deben basar su estudio en el pensamiento crítico y sistémico en conjunción con conocimiento empírico como la historia, y lo que ya ha ocurrido en lo político con anterioridad, eso que podríamos llamar retrospectiva de hechos. Sin embargo, no sería posible forjar una adecuada prospectiva sin una perspectiva, que significa estar al tanto de lo que ocurre hoy en día en la entidad y el país.
Terminado el espacio de precampañas para la elección del Poder Ejecutivo y Legislativo del estado de Coahuila, los habitantes y sociedad del estado, han sido receptivos del contenido presentado en propuestas por los diferentes actores políticos, mismos que buscan conformar una línea susceptible de atracción para los ciudadanos, que en junio 4 habrán de emitir su sufragio electoral para elegir al próximo Gobernador 2023-2029 y a los integrantes de la próxima Legislatura al Congreso Estatal 2023-2026.
En este periodo de tiempo trascurrido mediante giras regionales y municipales, los precandidatos han buscado comunicarse con la sociedad, para de esta forma conocerla y que a la vez la población conozca de sus objetivos y propuestas, para proyectar un Coahuila de mayores y mejores expectativas de desarrollo y de calidad, frente a una realidad que hoy se vive bajo el sentido fundamental de la política que es el avance y bajo expectativas que lleven a la superación general.
Los ciudadanos nos dimos cuenta de sus exposiciones tanto publicitarias como propagandísticas en sus contenidos ofertados en diálogos y espacios de comunicación que utilizaron, para difundir los diferentes aspectos estratégicos y contextuales que les hicieran conquistar la confianza del público que les escuchó, expresaron de la conducción y buen gobierno, trataron los indicadores que dan sentido al desarrollo tanto económico como social, buscando orientar sus propuestas para fortalecer las conquistas y avances, para el desarrollo de un gobierno estatal que brinde conducción responsable y certeza, en los distintos aspectos que comprende la conducción de la entidad,
Como vimos, Manolo Jiménez Salinas, exhibió energía, claridad, emoción y motivación para prosperar en sus participaciones frente a los variados grupos de ciudadanos, militantes y simpatizantes de su organización conformada por la Alianza por la Seguridad Ciudadana, de esta forma en la práctica procesal se realizaron reuniones, mítines, asambleas y convenciones, con el fin de dar a conocer las más variadas plataformas y temas de las políticas públicas exitosas en la entidad, bajo lo cual se definía el propósito ideal de la participación para continuar guiando a Coahuila bajo esquemas de éxito como hasta ahora.
Así, de esta forma propagandística y publicitaria unos precandidatos a otros marcaron distancia, con expresiones razonadas en la sensatez, algunos para sacar a Coahuila adelante y otros -los menos disonantes- en agresión que mostraron odio y resentimiento nocivo en su argumentación calificando la vida del estado y la sociedad en términos poco constructivos, por no decir en descomposición económica y social, que afortunadamente pocas personas valoraron y escucharon sus cantinelas machaconas.
Por su parte, con menos reuniones y escasez de asistencia pública, pero con un discurso y amplia publicidad en espectaculares, muy afín al criterio de la autoridad nacional que encabeza López Obrador, el precandidato de Movimiento de Regeneración Nacional, Armando Guadiana Tijerina, arengó a sus participantes sin más argumentos que hablar de las políticas públicas implementadas por López Obrador para el país, mismas que en Coahuila no se ven, ni se perciben los resultados de ellas en nuestra sociedad.
Vemos a Evaristo Lenin Pérez Rivera, de Unidad Democrática Coahuilense-Verde Ecologista, quien dice representar a la verdadera izquierda recorriendo algunos municipios, y a Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja, del Partido del Trabajo, sin duda alguna le ha costado un gran esfuerzo vencer su desarraigo de la entidad por más de 20 años, situación que le ubica en una posición entre el tercero y cuarto lugar, según la apreciación de encuestas levantadas en esta precampaña con un discurso disonante, confrontativo y codicioso, le hacen aparecer ante la opinión pública y la sociedad como un personaje de la política que busca romper la armonía, el orden y la seguridad que hoy tiene la entidad en su desarrollo y crecimiento.
Bajo estos esquemas y matices existen apreciaciones de ciudadanos tanto resentidos, como responsables, comprometidos y lucidos, que darán sentido a su participación y a la conducción progresista y razonada que merece nuestra entidad que es Coahuila.
