José Guadalupe Robledo Guerrero.
A principios de diciembre de 1987, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano visitó Saltillo como candidato presidencial. A solicitud mía, Francisco Navarro Montenegro, entonces influyente cardenista, me consiguió una entrevista exclusiva con Cuauhtémoc, misma que realicé en la casa de Navarro. La entrevista fue publicada en El Diario de Coahuila.
En la entrevista, Cuauhtémoc Cárdenas se cuidó de no comprometerse en sus respuestas, pero insistí en preguntarle si como presidente seguiría atendiendo las órdenes del Fondo Monetario Internacional y las transnacionales que saqueaban nuestras riquezas naturales, lo cual le molestó y no contestó. Esta actitud la critiqué en el texto de la entrevista. Al día
siguiente que se publicó, Cuauhtémoc se quejó con Navarro de mis comentarios críticos.
Un año después, a principios del sexenio salinista, asistí en el Distrito Federal a un acto de protesta por la muerte de dos trabajadores de La Jornada, convocado por la Asociación de Periodistas Independientes que, por aquel entonces, lideraba mí amigo Eduardo Valle “El Buho”, exmiembro del Consejo Nacional de Huelga del movimiento estudiantil de 1968. Allí, Cuauhtémoc Cárdenas mostraría su enojo conmigo.
En ese evento me encontré a Heberto Castillo, acompañado de Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas. Me acerqué a saludarlos, Heberto y Muñoz Ledo me saludaron fraternalmente, Cuauhtémoc por su parte me negó el saludo y me dijo: “estoy muy disgustado con usted”. No me extrañó, a los izquierdistas tampoco les gusta que los critiquen.
Ante el hecho, Heberto Castillo esbozó una sonrisa y movió la cabeza. Doce años después, en su tercera campaña a la Presidencia de la República, Cuauhtémoc visitó Saltillo y a petición de Jaime Martínez Veloz, y con apoyo de mis amigos, invitamos a dos centenas de jóvenes a una cena en el restaurante “La Canasta”, que le organizaba al candidato presidencial. La cena la pagó el gobierno de Enrique Martínez y se planeó para 200 personas.
El convivio fue un éxito. Cuauhtémoc satisfecho se dio cuenta de mi participación y me mandó su agradecimiento con Martínez Veloz. Pese a la descortesía que tuvo conmigo 12 años antes en la Ciudad de México, nunca dejé de simpatizar por Cuauhtémoc Cárdenas. Hasta la fecha.
Esto viene a cuento, porque hace unos días cuando Cuauhtémoc Cárdenas asistió al evento organizado por Dante Delgado, dirigente de Movimiento Ciudadano, donde daban nacimiento a México Colectivo, un nuevo movimiento “para darle rumbo a México”, integrado por diversos personajes, entre los que se encontraban Francisco Labastida, José Narro Robles y Cuauhtémoc Cárdenas, que fue uno de los participantes originales, hizo pública su decisión de retirarse de la agrupación por las connotaciones políticas que tendría su participación, luego de que el Presidente lo criticara y lo etiquetara como “adversario político” y otros calificativos más.
La única que salió en defensa de Cuauhtémoc fue Rosario Robles Berlanga, quien criticó a AMLO su ingratitud con Cuauhtémoc, pues Cárdenas Solorzano tiene una relación con López Obrador de 30 años, y fue uno de los principales responsables de que AMLO haya llegado a la presidencia de la república, pues lo convenció de que abandonará el PRI cuando buscaba un puesto de elección en ese partido, lo protegió, lo hizo presidente del PRD y siempre le demostró su apoyo.
Ni siquiera su hijo Lázaro Cárdenas Batel hizo algo por defender a su padre de la andanada ingrata de López Obrador, algunos pensaron que renunciaría, pero no lo hizo seguramente para conservar su puesto de “jefe de asesores” del presidente de la república. Lo dicho: los políticos se encariñan de los cargos públicos, aunque sean solo honoríficos.
En lo personal, la decisión timorata de Cuauhtémoc Cárdenas me pareció inadecuada, no apta para el más connotado y respetado dirigente de la izquierda. Me hubiera agradado que por dignidad cuando menos actuara como lo hizo conmigo en 1989 y mostrara su disgusto con quien lo agredió impunemente desde la mañanera, pero no fue así. Para qué más comentarios.
Política aldeana
Agradezco la buena voluntad con que fue recibida la reciente edición de mi libro Mis Sexenios, principalmente por Zócalo, RCG, los que en sus espacios cibernéticos ponderaron mi trabajo y por el comentario fraternal de mi amigo el periodista Arturo Rodríguez García, publicado en su periódico El Coahuilense del 3 de febrero de 2023. Para todos ellos mi gratitud, aprecio y reconocimiento.
Preguntas huérfanas
¿Por quién votará el secretario de Economía, Claudio Bres Garza? ¿Por Morena, por el PT, por la UDC o por el PRI?
¿Quién o quiénes son los financieros de la campaña de Ricardo Mejía Berdeja, pues hasta ahora nadie de su equipo sabe de dónde sale para los acarreos, espectaculares, alquiler de salones, volantes, pago de mercenarios, etc.?
