Rufino Rodríguez Garza.
Este importantísimo sitio arqueológico icónico de Coahuila se localiza en las inmediaciones de Paredón, Ramos Arizpe en los límites de Mina, Nuevo León.
Este sitio de Paredón ha sido visitado por arqueólogos profesionales, por pasantes de esta carrera, por antropólogos como el querido Lorenzo Encinas (+), y por aficionados al estudio del arte rupestre del norte de México. Aquí vale la pena mencionar al ingeniero José Guadalupe Flores Ventura, un servidor, Alejandro Arizpe Montemayor de Monterrey, el finado William Breen Murray y el amigo de San Pedro Sergio Quiroz, así como una veintena más de gente interesada en el estudio de las culturas que nos precedieron.
¿Por qué es importante este sitio del norte de México? Por la gran densidad de grabados y algunas pinturas, se considera un sitio con una vocación chamánica con mucha evidencia de prácticas de ritos propiciatorios con evidentes imágenes que los relacionan con el observar el cielo, con un claro lugar donde se observan los solsticios y los equinoccios, aquí la fauna está suficientemente representada, pues creemos en la “magia simpática” que es grabar aquellos animales que se quería cazar fácil y sin complicaciones.
Podemos observar venados, sobre todo cola blanca, astas chicas, medianas y grandes, también sus huellas y cuando menos dos o tres venados de cuerpo entero de este escurridizo animal; también se le representó sólo con sus pisadas o huellas.
Además de venados encontramos representaciones de felinos reptiles y borregos cimarrones, destacan también armas como proyectiles, atlatl´s y navajas en mangadas. El primero que reparó en estos tableros allá por los años ochenta del siglo pasado fue el finado Luis Aveleyra Arroyo de Anda.
Él tomó nota de las más de 40 navajas enmangadas y que fueron finamente trabajadas; también vale la pena destacar otro nombre con el que conocemos “el altar de los cuchillos”.
Otro elemento es el de las figuras humanas, es decir las antropomorfas, destaca aquí en La Biblioteca un dibujo en particular pues se trata de un “chamán pájaro” de cuerpo humano, pero cabeza de ave, todo un caso único en todo el norte de México.
Otro personaje que también conoció este sitio fue nuestro amigo Alejandro Arizpe, para él la presencia de cuentas las relaciona con cuestiones astronómicas, recordemos que los nativos eran grandes observadores del cielo, el sitio forma parte de toda una zona arqueológica poco estudiada y que merece toda una campaña de registro, documentación, orientación, fotografía e interpretación. Por sitios como éste estamos en segundo o tercer lugar con lugares de arte rupestre en el país.
Tenía tiempo de no recorrer este hermoso sitio, ahora hace no más de dos semanas regresé en compañía del buen amigo y chamán Pablo interesados en recorrer de nuevo este sitio que tanta información del pasado nos da. Estos terrenos de los alrededores de Paredón antes ejidales, fueron adquiridos en compra por el “bronco” Jaime Rodríguez Calderón, conocido político mexicano que fue alcalde del municipio de García, antes “Pesquería Grande”, después llegó a gobernador de Nuevo León como candidato independiente y ya encarrerado se anotó para la presidencia de la República, ahí se le descubrieron anomalías económicas por lo que fue puesto preso.
Ya en años pasados supe de esa compra y los daños que causó al emparejar terrenos, mover rocas para sembrar nogales, meter sistemas de riego que fastidiaron no pocos grabados.
En un programa del maestro Alfredo Dávila y grabado desde Paredón llamé la atención de lo que estaba sucediendo, pero aquí no pasa nada, el INAH nunca supo y el daño se hizo en los más antiguos cuadernos de la humanidad; ahora varios años después regreso y el daño es enorme, todo cercado, caballerizas junto al altar de los cuchillos, alberca, casas, etc.
En La Biblioteca, sitio de mucho valor arqueológico, ahora se puede ver una casa de campo para la que se abrió camino y modificó totalmente el entorno, pero no solo eso, sino que también en este sitio a lo mejor de buena fe, se construyeron escalinatas para mejor observar los petroglifos destruyendo no pocos de ellos. Creo que el hecho de comprar más de media docena de ranchos en el entorno, de proporcionar trabajo a una buena cantidad de vecinos no le da derecho a descomponer este icónico lugar del oriente de Coahuila. Abrió un sitio al turismo sin tener los permisos, sin abrir algún acceso para llegar a las escalinatas. En fin, el sitio está en riesgo ojalá y las autoridades tomen cartas en el asunto.
