José Guadalupe Robledo Guerrero.
En plena campaña política para elegir al próximo gobernador, en la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) han surgido grillas que están generando inestabilidad, provocadas, según se dice, por la intención del Rector Salvador Hernández Vélez de pavimentar el camino a la Rectoría a uno de los suyos.
El último episodio de esta grilla, es el intento de reformar el Estatuto Universitario para incorporar la paridad de género en el gobierno de la Universidad, Consejo Universitario y Directivos, lo cual es una idea justiciera, pero según los conocedores del proyecto, la verdadera intención de la reforma, que se pretende realizar a principios de junio, es poner un candado para reglamentar que el próximo Rector sea una mujer, lo cual desde ahora anularía las posibilidades de los varones que se mencionan como potenciales aspirantes.
Un candado parecido en la reforma electoral estatal para que el gobernador del periodo 2029-2035 fuera una mujer, fue rechazado al Congreso del Estado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Incluso se señala que la propuesta de los esposos Jesús Montalvo y Yazmín Cervantes, para que los directores de las escuelas universitarias puedan estar cuatro periodos de tres años en el cargo mediante la reelección, fue presentada para ridiculizar y señalar como absurdo el candado “de género” que se pretende imponer en el Estatuto Universitario.
Aunque también hay que decirlo, tanto Jesús Montalvo como su esposa Yazmín Cervantes ya se encariñaron del cargo de director de la Facultad de Ciencias de la Administración, ambos ya han sido directores por dos periodos de tres años cada uno, pero nadie duda que quieran otros seis años en la dirección de la facultad universitaria.
La elección del Rector será en enero de 2024, y se dice que la pretensión del candado estatutario sería para favorecer a Sandra López Chavarría, lo que señalan, constituye el Plan A de Rectoría. Pero también, dicen, hay un Plan B, que consiste en la mención de cercanos al Rector, para posicionarlos y hacerlos “aspirantes”, para que al final declinen entre ellos y saquen un “candidato de unidad”.
A la fecha, los principales aspirantes mencionados son: Jorge Alanís Canales, Octavio Pimentel Martínez, Sandra López Chavarría y Luis Gutiérrez Flores. De estos cuatro aspirantes, la mitad son cercanos al Rector.
Los enterados sostienen que por alguno de estos planes se busca condicionar al próximo gobernador a apoyar a uno de los aspirantes que gozan de la simpatía del actual Rector, pero los conocedores de la política universitaria saben que un rector no escoge a su sucesor.
No hay que perder de vista que el Rector o Rectora que elija la comunidad universitaria en enero de 2024, deberá trabajar de la mano con el próximo gobernador para resolver los graves problemas de la Máxima Casa de Estudios, y todo indica que será Manolo Jiménez Salinas, ya que todos los pronósticos arrojan que ganará la elección de junio con una amplia ventaja.
Debido a esto, en la UAdeC se mencionan como potenciales candidatos a dos funcionarios universitarios cercanos al candidato Manolo Jiménez: Jorge Alanís Canales y Octavio Pimentel Martínez.
Lo cierto, es que la intención de esta reforma estatutaria ha despertado inconformidad y mucha grilla, por tal motivo alguien tendrá que frenar lo que se está incubando en la UAdeC, de lo contrario la política universitaria puede salirse de control. Algo que está muy claro, es que las universidades no deben ser un campo del juego político, porque una vez que se agita a los universitarios, los conflictos son imparables, eso ya se ha demostrado en Coahuila en un par de ocasiones.
El problema está planteado, ahora falta que se corrija el error.
Política aldeana
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, acusó que se está haciendo una campaña contra AMLO, porque algunos periodistas y medios exigieron información verídica sobre la salud del presidente López Obrador, quien desapareció de la escena pública durante tres días, y únicamente recibieron mentiras de los funcionarios, principalmente de Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y Jesús Ramírez. Lo que se supo fue que el presidente se infectó de Covid por tercera ocasión y había sufrido un vahído en Yucatán, siendo trasladado por aire a la ciudad de México. Se insistió en saber qué le había pasado a López Obrador, pues su salud es un tema de seguridad nacional. Pero independientemente de todo, hay quienes piensan que el contagio de Covid y el desvanecimiento de AMLO fue un montaje, una cortina de humo, para que los legisladores morenistas se sirvieran con la cuchara grande, aprobando las iniciativas presidenciales en “fast track”, por mayoriteo y sin tomar en cuenta a los opositores. Con estas reformas se llevaron entre las patas al Inapam, Conacyt, entregaron el tren maya al ejército, le dieron el espacio aéreo a la Sedena, desaparecieron el Insabi, y otros caprichos más del presidente. Cuando apareció en un video AMLO, nada indicaba que estaba enfermo, pero lo importante es que ya está listo para dar su discurso en la conmemoración del Primero de mayo.
Preguntas huérfanas
¿Qué más hará López Obrador en lo que le resta de su sexenio?
¿Será cierto que las preferencias electorales de los candidatos gubernamentales no se han modificado, porque los coahuilenses ya decidieron su voto?
