INEQUITATIVOS E INJUSTOS LOS PROGRAMAS FEDERALES PARA EL CAMPO

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  • El artículo 27 constitucional establece como propósito generar empleo y garantizar a la población campesina condiciones dignas de vida
  • Cada año la evaluación de daños por fenómenos naturales, huracanes, lluvias excesivas, sequía, heladas, granizo, afectan un mínimo de un millón 500 mil hectáreas.

Jorge Martínez Cedillo.

Pese a que el artículo 27 constitucional establece como un propósito (del Estado) generar empleo y garantizar a la población campesina el bienestar y su participación e incorporación en el desarrollo nacional y fomentará la actividad agropecuaria y forestal para el óptimo uso de la tierra, con obras de infraestructura, insumos, créditos, servicios de capacitación y asistencia técnica, la realidad es otra, afirmó el diputado federal Roberto Carlos López García.

El representante popular expuso el inequitativo financiamiento federal en la actualidad.

Sentenció que, a pesar del potencial natural de México, existen grandes brechas en productividad ya que cerca del 81.3% de las Unidades Económicas Rurales (UER) producen para autoconsumo o se dedican a la agricultura de baja productividad con limitada vinculación al mercado. En contraste, dijo, sólo el 18.7% se ocupa en actividades de mayor productividad con potencial agroexportador principalmente en frutas, hortalizas y flores, productos de alto valor de exportación.

Roberto Carlos López García.

Del total de más de 5 millones de unidades de producción nacional con actividad agropecuaria, el 8.4% del total desarrollan una actividad plenamente comercial y 18 mil unidades (0.3% del total) pertenecen a un estrato empresarial dinámico y exportador.

“Es en estas unidades donde se concentran gran parte de los recursos, por eso sus impactos en el conjunto de la economía agrícola no han ayudado a incrementar la producción y productividad en los productores de baja, media y alta marginalidad”.

Indicó que solo el 9.9 por ciento de los agricultores nacionales han tenido acceso al crédito sin apoyar a los muy pequeños, a los de temporal y a las mujeres campesinas, salvo en un inicio con el crédito a la palabra.

“A cada uno de estos estratos o escalones le debe facilitar que reciba el financiamiento adecuado a su condición de viabilidad técnica y económica para que se consolide y crezca”.

Cabe señalar que más del 65 por ciento de los productores del campo tienen una edad de entre 55 y 75 años.

Fustigó que el presupuesto federal de 2020 se redujo en 27 por ciento respecto de 2019 –19 mil millones de pesos menos– “y los del período 2021/2023, tampoco respondió a las expectativas”.

Adicionalmente, recalcó, cada año y desde hace muchas décadas la evaluación de daños por fenómenos naturales (huracanes, lluvias excesivas, sequía, heladas, granizo, entre los más importantes) afectan a un mínimo de un millón 500 mil hectáreas, de un total de alrededor de 12 millones de hectáreas del ciclo primavera-verano.

Finalmente aseveró que es preocupante la disminución del crédito refaccionario tanto relativa en el presupuesto de Financiera Rural como absoluta en comparación con los montos ejercidos por Banrural, además de que las cuotas de crédito por hectárea disminuyeron 40% entre los períodos considerados.