Fernando Rangel de León.
“El buen maestro
es aquel al que
lo supera su alumno”
Es justo recordar en este Día del Maestro, a Sócrates, maestro de Platón, a éste, maestro de Aristóteles, y a éste, maestro de Alejandro Magno; porque dejaron una huella indeleble en la cultura universal de todos los tiempos, gracias a sus enseñanzas y a sus obras, que después de 2300 años, siguen vigentes.
En México, también es justo recordar a los maestros Ignacio Ramírez “El Nigromante”, Ignacio Manuel Altamirano, Gabino Barreda (el que sí entendía razones), Justo Sierra, José Vasconcelos, Rosaura Zapata, Rafael Ramírez y a Vicente Lombardo Toledano, quien es más conocido por su obra sindical y política, que magisterial.
El Día del Maestro se instituyó en México en 1918, durante el gobierno de Venustiano Carranza, para honrar a quienes crearon las escuelas normales para formar maestros durante los gobiernos liberales de los Presidentes Valentín Gómez Farías y Benito Juárez.
Para honrar la memoria de algunos de esos grandes normalistas el gobierno instauró las medallas “Rafael Ramírez”, por 30 años o más, e “Ignacio Manuel Altamirano”, por 40 años o más, como maestros; y este 15 de mayo de 2023, el Presidente de México, se las entregará juntamente con una compensación económica en Palacio Nacional; porque no solamente enseñan conocimientos y transmiten valores, sino que son agentes del cambio social de nuestro país.
Pero también debe de servir el Día del Maestro, para recordar a nuestras maestras y maestros de primaria que nos enseñaron las primeras letras y los primeros números que sirvieron de base para la enseñanza secundaria, preparatoria, tecnológica, politécnica y universitaria, hasta Post Doctor.