Javier López Medina.
“La historia de todas las sociedades hasta nuestros días,
es la historia de la lucha de clases”
Carlos Marx.
Con motivo del cumpleaños de Marx. Nació el 5 de mayo de 1818.
Entre 1847 y 1848, Marx y Engels escribieron el Manifiesto del Partido Comunista, en el analizaron la historia de la humanidad y llegaron a la conclusión de que el motor de desarrollo de la misma, era la lucha de clases. Es decir, la contradicción entre diferentes concepciones del mundo social.
La llegada del Presidente Obrador al poder en este sexenio, ha sacudido eso que parecía olvidado: la lucha ideológica entre pensamientos contrarios.
Después de la caída del muro de Berlín en 1989, muchos intelectuales y escritores, dieron por terminada la lucha entre el capitalismo y el socialismo.
Algunos escritores le llamaron el fin de las ideologías. Es decir, el fin de visiones contrarias de la sociedad y el dominio absoluto del pensamiento único: el neoliberalismo.
Pero la contradicción es universal, inherente a los fenómenos sociales y naturales, son el motor de su existencia y su desarrollo. Para el capitalismo existe el socialismo; para el neoliberalismo existe el estado del bienestar; para la derecha existe la izquierda y para el autoritarismo existe la democracia, para la metafísica existe la dialéctica y así sucesivamente.
Las visiones y las prácticas contrarias existen en todos los lugares, en todos los momentos y en todas las etapas de una sociedad. Es su naturaleza, su vida misma, la causa de su desarrollo o su retroceso.
El filósofo Mao Tse Tung, lo explica así: “No hay cosa que no contenga contradicción; sin contradicción no existirá el mundo”.
En el proceso de lucha política-electoral entran en juego distintas visiones de gobierno, concepciones del mundo que se manifiestan en formas de gobernar. Es esta lucha entre diferentes concepciones de la política lo que hace que la sociedad avance o retroceda en una u otra dirección.
Un recuento en el México moderno, basta para reconocerlo:
En 1910, estalla la revolución contra la dictadura de Porfirio Díaz. Madero, abandera la democracia y Díaz, la dictadura.
En 1921 nace el Partido comunista como oposición a los regímenes militares emanados de la revolución.
En 1929, se conformó el PRI como un partido con tendencias progresistas, inclinado a la izquierda. Y conformar un modelo de desarrollo económico hacia adentro.
En 1939 en la etapa de gobierno del Lázaro cárdenas del Río, nació el Partido Acción Nacional, un partido de derecha que defendía los intereses de los empresarios contra los intereses de los trabajadores.
En 1970 se conformaron en el país los movimientos de línea de masas, para enfrentar al PRI que se había movido a la derecha, bajo un modelo autoritario.
En 1988, nació la corriente democrática con tendencia a la izquierda, encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas para enfrentar al PRI, que se había inclinado a la derecha para apoyar a los empresarios, desde 1982.
De 1982 al 2018, se generaron dos corrientes ideológicas: El PAN y el PRI a la derecha; y Morena, a la izquierda. Ahora desde el 2018, los vemos luchar todos los días.
Sistema capitalista, revolución, comunismo, socialismo, clases sociales, lucha de clases, ideologías, proletariado, burguesía, pequeña burguesía han vuelto al tablero político. Conceptos que representan distintas visiones de la sociedad, distintas clases sociales, distintos intereses, distintas aspiraciones y distintos ideales.
El vencedor, se convierte en una fuerza determinante, mientras que sus adversos se convierten en fuerzas condicionantes en una etapa de la batalla. Pero la lucha es incesante, eterna, imperecedera y universal. Y nada es para siempre.
La llegada de la izquierda al poder, ha revivido viejas parejas de contrarios, viejas luchas ideológicas, viejos conceptos y categorías acuñadas por Marx, Engels en el Manifiesto del Partido Comunista, con lo cual se demuestra que la teoría marxista describe acertadamente el desarrollo de la sociedad a través de la lucha de clases.
El pensamiento de Marx es más que un pensamiento ideológico, es una filosofía, un método de análisis que se comprueba en la práctica política a cada instante de la vida. Marx tenía razón.