Fernando Rangel de León.
El gobierno y la administración pública federales, tienen muchas cosas pendientes que hacer para bien de la población; como realizar sus planes y cumplir los programas sociales principalmente de salud, educación y de agua; cumplir con el deber de hacer efectiva la seguridad pública para detener la ola de violencia que azota gran parte del territorio nacional, no encontrándose afortunadamente dentro de esa grave inseguridad pública, los estados de Coahuila y de Durango, y desde luego la Laguna.
El gobierno de la República, se comprometió a mejorar la administración pública, y a realizar obras necesarias convenientes para todos en casi todos los rubros; y a cerca de cumplir 5 años de su gestión, si bien es cierto que ha cumplido en la mayor parte de ellos, también es verdad que todavía le falta mucho por hacer; y para ello debe desde ya invertir los recursos económicos y materiales necesarios para llevarlos a cabo.
Pero más que el presupuesto público necesario para lograr las metas trazadas, el actual régimen necesita dedicarse de tiempo completo y a entregarse en cuerpo y alma, a gobernar lo más bien que se pueda y a administrar con la mayor eficacia y eficiencia, la cosa pública; toda vez que el actual gobierno para eso fue elegido, y sus electores todavía tienen la esperanza de que la transformación siga adelante.
Últimamente la vida pública del país, se ha visto alterada por toda clase de actividades políticas y partidistas para la carrera de la sucesión presidencial en 2024, con renuncias y licencias de destacados funcionarios a sus puestos públicos, y la designación de sus sustitutos; que quiérase o no requieren de tiempo para ponerse al corriente de los pendientes de sus antecesores para continuar igual o mejor su desempeño.
Por lo que para no tambalear el funcionamiento del Estado, el gobierno debe de evitar distraerse lo más que se pueda, de su tarea que le tiene encomendado el pueblo, a fin de lograr su bienestar, que es uno de sus principales objetivos, y que es por lo que se votó el 1° de julio de 2018.
Por lo que los relevos deben de continuar, y aun acelerar y mejorar el buen gobierno y la más eficaz y eficiente administración pública, para que no se interrumpan sus planes y no se detengan sus programas en beneficio de los gobernados todos.