- El muro flotante de Texas y cerco de púas atentan contra la vida de personas que buscan cruzar a Estados Unidos.
- Una vez en territorio estadunidense niños trabajan como esclavos en sectores textil, campo y alimentos.
Abigail Angélica Correa Cisneros.
Las acciones en contra de los migrantes en la frontera de Estados Unidos y México son violaciones a los derechos humanos. El muro flotante que instala el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, es un nuevo intento para frenar a aquellos que huyen de condiciones deplorables en sus países de origen para enfrentarse en territorio estadunidense a tratos aún más inhumanos.
Y es que el solo acercarse a los límites de México es un riesgo, ya sea por morir de inanición en el desierto o ahogarse en el Río Bravo. Sin mencionar otros peligros como ser asesinados por los mismos “polleros” que les prometen el sueño americano.
Aunado a esto, instalaron cercos con alambres de púas en las orillas del río. El gobierno de México no pudo ignorar más e hizo una petición formal para que Estados Unidos respete el Tratado de Aguas Internacionales de 1944, que en su artículo 17 establece que “El uso del cauce de los ríos internacionales para las descargas de aguas de avenida o de otros excedentes será libre”. El gobierno mexicano también pidió remover las barricadas y cercas de púas desde junio pasado.
Cada vez son más crueles las medidas de las autoridades estadunidenses. Recientemente se supo que agentes estatales fueron impedidos para brindar ayuda a personas que resultaron heridas por el alambre de púas, ni siquiera les fue permitido brindar agua en medio de las altas temperaturas que llegan casi a los 40 grados Celsius.
Medios de comunicación reportaron que el agente de Texas Nicholas Wingate comentó en una instancia a un supervisor que cuando se encontró con un grupo de 120 migrantes, que incluía niños y madres amamantando a sus bebés, el 25 de junio en el condado de Maverick -un condado fronterizo de Texas-, él y otro agente recibieron órdenes de “empujar a la gente de regreso al agua para que se fueran a México”.
Han reportado niños heridos por las púas, deshidratados, y aun así los agentes están limitados para brindar ayuda, narraron algunos.
En los primeros meses de este año, Estados Unidos incluyó a México como uno de los principales países en que fuerzas de seguridad violan los derechos humanos. Como dijo entonces nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, “se asumen como el Gobierno del mundo y nada más ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.”
Los migrantes, una vez que lograron cruzar a su destino, tienen que enfrentarse a una vida de más injusticias y son los niños y jóvenes quienes más sufren. Desde muy temprana edad se les niega el derecho a la educación y a una vida digna. Trabajan en fábricas con jornadas extenuantes en las que por miedo a ser deportados no exigen buenos tratos de los empleadores. Trabajan empacando alimentos, cultivando en los campos y aceptando condiciones que muchas veces son de explotación humana.
“Esta mano de obra ha crecido lentamente durante casi una década, pero se disparó desde 2021, al tiempo que los sistemas implementados para la protección de menores han comenzado a fallar”, reportó el New York Times en una investigación que hizo sobre este tema.
“El Times habló con más de 100 niños trabajadores migrantes en 20 estados, quienes describieron ocupaciones que los molían hasta dejarlos extenuados y que expresaron sus temores ante la posibilidad de estar atrapados en circunstancias que nunca se imaginaron. La investigación del Times también se basó en registros de tribunales e inspecciones y en entrevistas con cientos de abogados, trabajadores sociales, educadores y funcionarios que se encargan del cumplimiento de la ley”.
Las autoridades estadunidenses de algunos estados prefieren endurecer sus leyes en contra de la gente que desde hace décadas contribuye al crecimiento de su economía. Es la situación que se vive en Texas y Florida, por ejemplo. El año pasado se reportó que los menores no acompañados que entraron a Estados Unidos alcanzaron la cifra de 130.000 —el triple que el número registrado cinco años antes.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch han documentado estas graves violaciones a los derechos humanos, no solamente en Estados Unidos, también en México y Canadá, países que tienen un acuerdo para controlar la migración que en los últimos años va en aumento. Sin embargo, los Estados, en lugar de buscar mejorar las condiciones de los inmigrantes, las empeoran.
La implementación de políticas restrictivas deja a las personas migrantes y refugiadas sin más opción que emprender travesías más peligrosas. Estas organizaciones informaron que estos últimos años fueron los letales en la frontera entre Estados Unidos y México, donde más de 850 personas migrantes perdieron la vida en 2022. El Proyecto Personas Migrantes Desaparecidas calcula que hay 7.008 migrantes en paradero desconocido en las Américas, lo que representa un aumento del 55 por ciento respecto de los últimos cinco años.
Desde el Centro
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), a través de su Servicio de Agricultura Extranjera, solicitó a México demorar la implementación de los cambios a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 187 para prohibir el uso de maíz transgénico en productos de consumo humano; así como presentar “evidencia científica” que respalde la medida. Estados Unidos dijo que “le preocupa que esta medida no se base en la ciencia y amenace con interrumpir el comercio”, por lo que “solicita la documentación” y la “evidencia científica” pertinentes, entre ellas la evaluación de riesgo que México consideró al desarrollar la medida propuesta, estudios relevantes y opiniones de expertos… La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural creó la Comisión Sectorial de Normalización Agroalimentaria como instancia consultiva en el apoyo técnico para el desarrollo y creación de estrategias en la elaboración, modificación o cancelación de normas oficiales mexicanas y de estándares, del ámbito de competencia de la dependencia federal. Con su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la Secretaría de Agricultura precisa las políticas, criterios y lineamientos generales que deberán observar las áreas técnicas coordinadoras de los subcomités y grupos de trabajo integrantes del Comité Consultivo Nacional de Normalización Agroalimentaria. Además de determinar los criterios y políticas para la integración de temas en el Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad y su Suplemento de cada año, y fungir en la planeación, elaboración, edición y material de investigación o informativo relacionado a la normalización y estandarización agroalimentaria.