Rigoberto Losoya Reyes.
Este Ejido se localiza a una distancia de 24 kilómetros por carretera de su cabecera municipal que es Piedras Negras y toma aproximadamente 18 minutos, pasando por la localidad de “El Moral”. Su población se ha visto reducida a través de los años por diferentes factores, entre ellos principalmente la migración a los Estados Unidos de Norteamérica. De acuerdo con el censo de 1960, se reportaron 267 habitantes, de los cuales 133 eran hombres y 134 mujeres y en el año de 2020, solo 73 habitantes.
Antes de que se declarase ejido esta comunidad, fue el Casco de la Hacienda San Isidro Labrador, propiedad de don Fructuoso García Lozano en el siglo XIX, lugar donde se construyó una casa de grandes dimensiones de dos niveles, y una capilla de religión católica en honor a San Isidro Labrador, quien es en la actualidad el Santo patrono del ejido. Ambas construcciones antiguas se conservan y están protegidas, lo que ha permitido conservar esta riqueza histórica.
Don Fructuoso García Lozano alternaba su residencia entre la Hacienda San Isidro y su residencia en la ciudad de Porfirio Díaz (hoy Piedras Negras) donde residió junto con su esposa, la señora María de Jesús Zuazua.
La fecha de construcción de ambas construcciones decimonónicas se desconoce, aunque algunos afirman que fue en 1870, es poco probable porque don Fructuoso apenas iniciaba su carrera militar. Otra versión acerca de la capilla, según afirman algunos, que originalmente se construyó en el presidio de Monclova Viejo y que el coronel García ordenó trasladar sus restos materiales (adobe por adobe) al casco de la Hacienda, sin embargo, en la correspondencia del Fondo de Colonias Militares de Oriente, no se cita que se haya construido una iglesia en dicha colonia militar que estuvo en funciones hasta agosto de 1853 y el material prevaleciente en dicho lugar fue piedra y sillar. Por otro lado, los problemas económicos por los que pasaban las colonias militares no permitían que se destinaren recursos a la construcción de un templo, que por otro lado no había un capellán de tiempo completo. El Historiador Amado Prado, publicó en marzo de 1890 un cuadro estadístico, geográfico, histórico y hacendario del municipio de Porfirio Díaz y llama la atención que, en su directorio agrícola no mencione la Hacienda de San Isidro, solo menciona la Congregación del Moral y 25 ranchos más, lo que deja la puerta abierta a una investigación más exhaustiva. El coronel Fructuoso García Lozano, fue un personaje que ejerció una gran influencia y poder en la comunidad de Piedras Negras, era originario de la población de Lampazos, Nuevo León lugar nativo de don Santiago Vidaurri, quien fuera gobernador de Coahuila y Nuevo León y de acuerdo con el libro de bautismos de la parroquia de San Juan Bautista de Lampazos, Nuevo León, fue bautizado el 14 de agosto de 1843 y registrado con el nombre de José Fructuoso, hijo legítimo de Bruno García y de doña Juana Lozano. El registro no cita su fecha de nacimiento. Contrajo matrimonio con la señorita María de Jesús Zuazua con quien procreó a Fructuoso García Zuaza y Carolina García Zuazua. En 1905, se publicó en el periódico oficial del Estado de Coahuila de Zaragoza que, resultó ganador en las elecciones municipales de Piedras Negras, el coronel Fructuoso García con 1203 votos.
Su presencia e imagen de persona dura y disciplinada se hizo sentir el 25 de junio de 1905, cuando se presentó en el Casino Nacional de la ciudad, que en esos días se ubicaba en el centro de la población y donde se realizaba una tertulia. A los que ahí se habían reunido, les prohibió estrictamente hablar de política local o del estado. Este incidente fue citado por un periódico de San Antonio, Texas.
Con el tiempo llegó a comprar varias propiedades urbanas y rurales, hasta convertirse en un terrateniente con propiedades dispersadas en la Villa de Piedras Negras y municipios aledaños, inclusive, en una de ellas fue donde se construyó la estación del Ferrocarril Internacional Mexicano. Se distinguió como socio de la Sociedad Agricultora Progreso. Esteban L. Portillo, lo cita en su Obra Anuario Coahuilense para 1886, como propietario de uno de los tres molinos que operaban en la Villa de Piedras Negras. Falleció en la ciudad de México y de acuerdo con el acta de fallecimiento número 456 de fecha 12 de abril de 1919, ante el Juez Auxiliar del registro Civil Miguel Sánchez Méndez, compareció Ramón Molina quien presentó un certificado de defunción donde se cita que el día 11 del actual, a las 10 :30 de la noche falleció de cáncer de próstata, el ciudadano Fructuoso García. El compareciente declaró que el finado era de Lampazos, Nuevo León, de setenta y cinco años, casado con María de Jesús Zuazua, de su mismo origen, militar, hijo de los finados Bruno García y de Juana Lozano. Se le expidió una boleta al compareciente para el Panteón Francés.
El 30 de enero de 1999, el cabildo del municipio de Piedras Negras, acordó designar tanto a la iglesia de San Isidro Labrador como la casa de la antigua Hacienda de San isidro como parte integrante del complejo histórico de Piedras Negras, a petición de Edelmiro Tijerina de Luna, en su carácter del presidente del comisariado ejidal, del Ejido de San isidro, tomándose en consideración también el dictamen de la Junta de Protección y Conservación del Patrimonio Cultural de Piedras Negras donde se declara zona protegida quedando bajo el Régimen Jurídico de los Bienes que forman parte del patrimonio cultural de Piedras Negras. Posteriormente, el 30 de julio del mismo año, el Congreso del Estado del Estado de Coahuila de Zaragoza, mediante un decreto, declaró como bienes históricos y quedaron bajo el régimen que forman parte del patrimonio Cultural del Estado, la iglesia San Isidro Labrador y el Casco de la antigua Hacienda de San Isidro del municipio de Piedras Negras.
