José C. Serrano Cuevas.
Ventriloquía, palabra derivada de ventrílocuo, el que habla con el vientre. Es el arte de modificar la voz para imitar otras voces u otros sonidos. Forma parte de la brillantez de la actuación el que la emisión de la voz se haga de la forma más discreta posible, esto es, que el ventrílocuo sea capaz de dar voz a un muñeco, sin mover, o casi sin mover, los labios de modo que una vez proyectada la voz, parezca originarse efectivamente en el propio muñeco.
Edmundo Jijón Serrano, originario de Guayaquil, Ecuador, fue un gran ventrílocuo que adoptó en nombre de Paco Miller una vez radicado en México. Tenía una gran capacidad para manejar a un muñeco al que llamaba Don Roque.
Paco Miller, además, fue un formidable empresario, quien poseía un enorme sentido de lo que debe ser la hilaridad, convertida en la experiencia de un muñeco lleno de gracia poco habitual, casi humana, en la que la personalidad de él y la de su muñeco se entremezclaban para dar un espectáculo lleno de ingenio y creatividad.
Y, hablando de hombres de negocios, salta a la palestra el de Ricardo Benjamín Salinas Pliego, quien encarna a la perfección el estereotipo del hombre rico narrado en cuentos y novelas de la literatura universal, o en dibujos animados de la contemporaneidad: bien podría ser el Rico Mc Pato de Disney, o el Montgomery Burns de los Simpson, personajes a los que más allá de su exorbitante fortuna, los unen la avaricia y la soberbia.
Salinas Pliego es, de acuerdo con la revista Forbes, el tercer hombre más rico de México. Cuenta con una fortuna de 12 mil 400 millones de dólares.
El acaudalado empresario ha aprovechado las redes sociales para convertirse en una figura mediática donde trata de convencer a su audiencia de que él se hizo rico a base de esfuerzo.
Sin embargo, su fortuna no se explicaría sin el imperio de negocios que le heredó su padre, Hugo Salinas Price quien, al igual que su vástago, se caracterizó por ser un gran evasor de impuestos.
Ricardo Salinas Pliego ha decidido construirse en redes de internet el rol de un personaje soez y prepotente, a falta de argumentación y calidad intelectual que le permita tener discusiones serias y, sobre todo, constructivas.
En su más reciente escándalo, el de la televisiva y tuitera promoción mentirosa de un arribo del «comunismo» a México por la vía de libros de texto gratuitos, el accionista mayoritario del Grupo Salinas ha pretendido embarrar algunas consideraciones «serias» a su estilo procaz: La acometida sin sustento para proclamar el advenimiento librero del comunismo, es sólo una forma de presión política y un intento de chantaje al gobierno federal, que no ha cedido en la dispensa del pago de impuestos aún no saldados.
Ricardo Salinas lleva las riendas de TV Azteca, empresa que ha dado cobijo a Javier Alatorre Soria, originario de Navojoa, Sonora, hombre de 62 años. Él conduce el programa Hechos de Azteca noticias de México.
De joven, Alatorre, desfiló por tres universidades, tratando de encontrar su vocación. Lo intentó en la Facultad de Derecho de la UNAM y, desertó; se inscribió en la licenciatura en Economía en la UAM y, destripó. Finalmente, se decidió a estudiar Comunicación Social en la UAM-Xochimilco, ya que en ese entonces colaborada en Canal 13 como integrante de la redacción de noticias.
En días recientes, Javier Alatorre tocó el tema de los libros de texto gratuitos en su noticiario Hechos y advirtió que México está en peligro por un virus comunista y «explicó» que su resurgimiento está en la educación comunista que la Secretaría de Educación Pública (SEP) busca imponer a los estudiantes mexicanos.
Es obvio que el periodista Alatorre no se ha enterado de que la más reciente novedad, es el anticomunismo como coartada de magnates que eluden la responsabilidad de pagar los miles de millones de pesos que le adeudan al fisco, y que a modo de chantaje ponen a su patiño a decir tonterías contra los libros de texto gratuitos frente a las cámaras.
En suma: durante décadas, el anticomunismo fue un recurso fácil para alborotar a la opinión pública en contra de cualquier cosa. El comunismo, en tanto que movimiento internacional organizado y factor de poder en la política mundial dejó de existir.
La alianza político-electoral creada por la derecha entre empresas, medios de comunicación, grupos ultraconservadores, partidos políticos, clero y organizaciones que se habían empoderado como voz de la sociedad civil, quienes no pueden siquiera concebir perder el control de lo que puede o no enseñar un maestro en el aula.
Lo que molesta tanto a estos grupos de ultraderecha es que los materiales educativos reconocen la autonomía pedagógica y curricular que se otorga a los docentes para decidir de qué forma se pueden generar los aprendizajes apegados a sus contextos y en comunidad.
Toca ahora, en esta narrativa, poner en práctica las enseñanzas de Paco Miller y trascender al terreno de la parodia: Ricardo Salinas representa el papel de ventrílocuo y Javier Alatorre el del muñeco Don Roque.