José Guadalupe Robledo Guerrero.
Los refranes del verdadero pueblo sabio, esas generaciones de mexicanos que nos antecedieron, tiene verdaderas e incuestionables lecciones. La que utilizó hoy como título de este comentario, me sirve para señalar lo que está haciendo AMLO y su Cuarta Transformación, hipotecado aún más los recursos de los ciudadanos a través de pedir prestado para continuar dando pensiones a los sectores más vulnerables.
En mi barrio, cuando nuestra madre nos daba un dulce y pedíamos otro más para dárselo a algún amiguito, la contundente respuesta era: “Pides limosna para dar caridad”. Así ven algunos lo que está haciendo el gobierno federal. Por eso, el presupuesto de Egresos de la Federación sigue incrementándose en cada sexenio, a costa de endeudar más al país.
En diciembre de 2012, al inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto, la deuda neta de México era de 4 billones 452,986 millones de pesos. Posteriormente en diciembre de 2018, al comienzo del “gobierno” de López Obrador, la deuda neta registrada era de 8 billones 315,863 millones de pesos, y para finales de julio de 2023, faltando 16 meses para que AMLO termine su sexenio, la deuda neta de México es de 11 billones 959,870 millones de pesos. Esto viene siendo, en números redondos, 4 billones de incremento de la deuda en el sexenio de Peña Nieto y la misma cantidad en los primeros 56 meses del sexenio de López Obrador, quien -dicho sea de paso- prometió que no endeudaría más al país.
Lo cierto, es que ningún país con una gran riqueza productiva y tributaria, es capaz de sostener sin trabajar a los millones de pobres que haya acumulado la inequidad y la falta de empleos con salarios decorosos. En las últimas décadas, los politicastros de la partidocracia que padecemos, se han enfrascado en ver qué candidato ofrece mayores pensiones de apoyo a la paupérrima economía familiar de los desheredados.
Por esta razón, y debido a que 2024 será el año electoral para elegir al nuevo presidente de la república, el “gobierno” de López Obrador, plantea en su proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación un incremento del 1.9 con respecto al de 2023.
Lo grave de esta peculiar situación, de pedir prestado para otorgar pensiones en los programas sociales, no contempla nada para fomentar el crecimiento y desarrollo de la economía nacional, tal vez por eso -durante el “gobierno” de López Obrador- la mayor parte de la infraestructura de la nación se encuentra olvidada: carreteras y puentes sin mantenimiento, hospitales públicos sin insumos ni medicamentos, el país sin la energía suficiente para las empresas, y un largo etc.
En lo que respecta a nuevas carreteras, modernas vialidades, construcción de los hospitales necesarios, ni qué hablar, para López Obrador que maneja el dinero de la nación a su libre albedrío, ni siquiera existen este tipo de proyectos para la inversión presidencial, pues lo suyo es lo electoral para conservar el poder, y a eso destina los recursos de México, ya que el acarreo, la propaganda y la compra de votos son elementos indispensables para ganar una elección.
Pedir prestado para dar pensiones permanentes a los pobres, es una acción gubernamental con nulas posibilidades de desarrollo y crecimiento económico. Quizás por ello, en la cultura china hay una fórmula para sacar de la miseria a los pobres: “Si les das el pescado solo comerán un día, si los enseñas a pescar asegurarán su futuro alimenticio”.
Pero qué hacer con los politicastros mexicanos, que lo único que saben es dar lo que no es suyo, para obviamente quedarse con una parte, a cambio de votos para obtener sin merecimientos el cargo que usurpan.
Política aldeana
Los más serios especialistas, los gobernantes visionarios y los filósofos de la humanidad han insistido que la educación de los pueblos, es vitalmente necesaria para el progreso, desarrollo y ascenso social, pero en México AMLO y su primer círculo, están en contra de todo lo que implique la educación, la ciencia, la cultura, los valores, la legalidad y todos aquellos conocimientos y disciplinas que nos permiten crecer como individuos, familias y sociedades. De allí se explica, el olvido y los recortes en que López Obrador tiene a las instituciones de educación, cultura y ciencia. Esa es la conspiración de los populistas en el mundo, hacer de sus países pueblos de ignorantes y sometidos a su poder autoritario. Quien no sabe y depende de los apoyos gubernamentales, simplemente obedece lo que le ordenan.
Preguntas huérfanas
¿Será socialmente correcto que los que nunca han pagado impuestos, cuyo desempeño laboral está en la economía informal, y quienes no aportan a la riqueza de la nación, sean por su número los que elijan al presidente de la república, a los gobernadores y alcaldes?
¿Por qué a los becarios de la 4T no les ponen requisitos para estimular su estudio, dándoles la beca a los que tienen mejores promedios en sus calificaciones?
¿Sabía usted que el dinero de los mexicanos le ha servido a AMLO para ayudar a los países gobernados por populistas, entre ellos Cuba, la eterna peticionaria de apoyos económicos?