- AMLO busca adquirir 12 hospitales concesionados a privados.
Abigail Angélica Correa Cisneros.
El daño que le hicieron al país los gobiernos anteriores es tal que tendríamos que seguir pagando una deuda de 20 años con las concesiones de los hospitales. El presidente Andrés Manuel López Obrador busca cancelar los contratos leoninos que se hicieron en los periodos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Dieciséis veces más es el costo que se pagó por nueve hospitales, es decir 93 mil millones de pesos que además están beneficiando a gente que está o estuvo vinculada al gobierno, y eso es tráfico de influencias. Pero beneficia poco a los usuarios porque ni siquiera operan en su totalidad.
El gobierno actual anunció que busca comprar estos nosocomios concesionados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), para ahorrarse el excesivo costo que actualmente es de seis mil millones de pesos anuales, solamente de seis hospitales.
“Con esa cantidad hacemos tres hospitales, y es lo que pagamos en un año por seis”, subrayó el presidente Andrés Manuel López Obrador. La mejor opción es adquirirlos ya que, en caso de cancelar el contrato, tendría que iniciarse un proceso legal con desventaja.
Los hospitales pertenecen al IMSS, al ISSSTE y a la Secretaría de Salud, y sus instalaciones se ubican en Chiapas, Nayarit, Yucatán, Ciudad de México, Tabasco, Tamaulipas, Estado de México y la región del Bajío.
El derecho a salud en México está estipulado en nuestra Constitución: Sin embargo, desde hace décadas se ha caracterizado por una atención deficiente, con carencia de equipos médicos y medicamentos que casi siempre faltan. Actualmente, es uno de los mayores problemas en nuestro país y es debido, en gran medida, a que durante años las administraciones encargadas de brindar atención se dedicaron a despilfarrar presupuesto, a hacer fraudes mediante servicios con costos inflados, incluso a contratar servicios de mantenimiento con empresas que ni existieron.
Con la adquisición de estos hospitales se estaría ahorrando dinero que podría emplearse en el mejoramiento de los servicios. El presidente López Obrador propone hacer un avalúo de los inmuebles y ofrecer una oferta a los propietarios para comprarlos. De esta manera, el gobierno mexicano busca poner fin a los contratos perjudiciales y asumir la responsabilidad total de la operación de estos hospitales, garantizando así una atención médica de calidad y eficiente para todos los ciudadanos.
Esta medida mejoraría el manejo de los recursos públicos y por lo mismo se daría mejor atención en los nosocomios del gobierno.
Desde el Centro
Activistas a favor de los derechos de los animales trabajan sin ayuda del gobierno. Rebasados muchas veces por los casos de maltrato, exigen que los gobiernos locales volteen a verlos y les brinden apoyo. El caso de Elena Larrea, quien rescata caballos para cuidarlos en su santuario, demuestra que los encargados de velar por una vida digna de los animales, usualmente se quedan cruzados de brazos, argumentando que “no es su área, que ahí no corresponde, que es necesario un paso previo”, etcétera. En 4 años, Elena ha rescatado a 42 caballos y a todos los ha llevado a su santuario Cuacolandia, pocas veces con la ayuda gubernamental. Uno de sus últimos rescates fue del club hípico Equestrian Mover que pertenece a Juan Javier Moreno López, del municipio Emiliano Zapata, Veracruz, en el que tenían a equinos en un estado deplorable de maltrato extremo. Esperemos que sí haya justicia para estos caballos y muchos más que son maltratados. Otro caso es el de Guillermina Galván, de Ensenada, Baja California, quien denunció que la empresa Amaya Curiel destruyó su santuario y asesinó a decenas de perros con maquinaria pesada. A pesar de que autoridades clausuraron la empresa, en redes sociales hay denuncias de que sigue operando de manera impune. Se busca hacer justicia para los animales maltratados y asesinados.
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