Amaranta Madrigal.
Señorcito faz de pingo
acicalado elocuente,
amante de los albures
y de los chistes picantes,
jugando vas por la vida
entre travesura y lascivia.
La chispa de pillería
te acompaña en el día,
llevas en tu muñeca
un relojito de Mickey,
portas en tus calzoncillos
caricaturas de snoopy.
En la plaza de la Madre
el preámbulo a escondidas.
Sexo es igual que comida
te satisfaces y olvidas.
Irreverente a las reglas
respetuoso con las damas
con la Biblia como anzuelo,
las conquistas y te escapas.
Si se te niega el deleite
exiges como un chiquillo,
indefenso como niño
siempre requiriendo auxilio.
Encantos vas acechando,
huyes antes del reclamo
de los huateques temprano.
Insólita magia haces,
maravillando a la gente
al salir presto volando
cuando en cisne te conviertes.