Rufino Rodríguez Garza.
Guié a don Juan Hernández y a sus hijos Alex y Lalo a dos sitios muy interesantes: El Gavillero y rematando en Rincón del Toro.
A ese lugar tenía mucho interés en asistir por parte de Eduardo y hacia allá nos dirigimos.
El Patos se encontraba completamente seco. Son muchos años de recorrer el monte y siempre lo había visto con agua, si no muy caudalosa pero siempre con líquido, ¡ahora seco!
En ese lugar se encuentran unas importantes figuras históricas, grabadas donde se narra un enfrentamiento entre nativos y los invasores europeos.
Puede ser de los finales del siglo XVI o principios del siglo XVII se observan jinetes armados con sables, lanzas, adargas, estribos, cascos y por supuesto montando a caballo como propia arma.
A los nativos se les dibujó un tocado lo que indica que eran principales en la tribu: jefes, brujos, chamanes o curanderos u hombres medicina.
En el arte rupestre hay evidencias del encuentro de los dos mundos regularmente en pintura, pero esta evidencia que se encuentra en Coahuila es un grabado precisamente hecho por los nativos de la región.
En la escena se auto retratan gente que son atacados por el jinete, los indios traen lanzas, arcos grandes y arcos chicos; se observar también a un personaje tirado en el suelo. El jinete aparte del sable se le observa el estribo que para los efectos de la guerra era otra arma en contra de los ancestros.
En el valle de Acatita, en el ejido Felipe Ángeles, se encuentran más pinturas dónde aparte de los caballos se pintaron a los personajes con un mosquete.
Puse como título de esta colaboración la guerra, pues de eso se trata la resistencia que los nómadas de lo que ahora es Coahuila, los chichimecas guerreros contra los invasores.
Se dice (Powell) qué Cortés conquistó lo que fue la nueva España en menos de tres años, pero para pacificar los territorios norteños tardaron más de 100 años; la historia nos cuenta que los últimos nativos fueron exterminados allá por los años de 1840.
La exterminación fue total, eran personas muy fieras y jamás se sometieron a los españoles, también sabemos que fueron diezmados, otros esclavizados, y muchos más llevados a las minas de Zacatecas y otros vendidos a Cuba, Venezuela y el Caribe.
