LA FALSA

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Rufino Rodríguez Garza.

Es grande el legado que las tribus indígenas nos dejaron en los dos lados del cañón de La Falsa, considerado como un sitio icónico de la zona arqueológica del Pelillal.

El acceso es difícil, la terracería es arenosa y el camino muy borroso pues se ha dejado de usar.  De vez en cuando transitado por una camioneta para llevar candelilla, vaqueros que le dan vuelta al poco ganado existente, o gente del ejido que en burros colectan la lechuguilla.

A lo anterior hay que agregar que por las lluvias hay mucha maleza, lo mejor para llegar a La Falsa es encontrar un guía del rancho.

Con el vehículo aunque sea de baja altura, se puede uno acercar bastante. En algún momento un amigo del Pelillal armó corrales y encerró ganado a los que les llevaba agua y pastura, le duró poco el gusto ya que no fue redituable y el camino dejó de usarse en definitiva.

El caso es que uno puede llegar a unos metros de la Boquilla donde se localizan enormes tableros y una importante pintura, no es frecuente que se combinen pinturas con grabados y en Coahuila sabemos de cuando menos dos sitios más con esta característica.

Uno de estos sitios está en el lado poniente de la cortina natural de la Presa Pantalones, en donde se observan símbolos de orientación en pintura y curiosamente un grabado con unas plantas de maíz.

El arte rupestre de La Falsa es todo un resumen de lo que nuestros antepasados pensaban y creían. La finalidad de este gran sitio seguramente era para realizar ritos de cacería; al igual que en los grabados de San José aquí no se observan átlatl lo que indicaría que son de hechura tardía, ya cuando el arco y la flecha estaban en su apogeo y el átlatl y la lanza iban cayendo en desuso.

Podemos apreciar en este lugar huellas de venado cola blanca solas o en rastro, es decir unas seguidas de otras; llama la atención la cantidad de proyectiles grabados, pero también las navajas enmangadas.  Las flechas algunas en solitario y las más alineadas y con la punta hacia abajo, esto es una observación hecha por José Flores Ventura muy propio de esta zona arqueológica del Pelillal algunos proyectiles con suerte se pudieron identificar pues se les dibujaron las aletas.

Aquí en La Falsa es de destacar las astas de cérvidos, están muy bien representadas las de venado cola blanca, pero también podemos observar cuando menos tres de venado bura.

Aquí fue donde gracias a estas imágenes grabadas pudimos hacer la diferenciación de los cola blanca y de los venados bura, las astas de cola blanca tiene solo puntas y las de bura tienen puntas y algunas bifurcaciones así nota la diferencia entre uno y otro animal.

Otro animal representado en el lado poniente de la Boquilla de La Falsa es el de un borrego cimarrón, en los alrededores del Arroyo Piedritas también localizamos esta fauna que les fue útil en la alimentación diaria.

Dentro de las navajas debidamente grabadas hay una que llama poderosamente la atención: se trata en efecto de una navaja pero que no se terminó, es grande pasa del medio metro y por causas que no entendemos, se quedó a medio terminar, es ancha, alta y el mango o maneral que en la práctica era de madera no se pudo concluir, la altura de esta navaja es de 57 cm.

Me dice el buen amigo de San Pedro, Sergio Jiménez y otros conocedores del tema, que “me persiguen los venados” y sí en esta zona arqueológica es grande y abundante la representación  de estos cérvidos, pero fuera de esta región ya no aparece representación de esta fauna.

Los cérvidos fueron relevantes en la dieta diaria también, es importante comentar que algunos animales fueron elevados a la sacralidad, es decir se les tenía un gran respeto y puede que ellos mismos se creyeran descendientes de estos animales.

En algunos sitios podemos presumir de algunos antropozoomorfos como el chamán venado, la asta de donde emerge una figura humana o de la figura humana con tocado de cuernos de venado; los sitios son San Manuel, Ojo Frío y en los alrededores del Frentón.

La actividad principal de estas sociedades primitivas fue la producción de los bienes necesarios para su subsistencia, era la comida la única actividad indispensable para la vida, recolectaban lo que la naturaleza bondadosamente proporcionaba, lo cierto es que la cacería y los venados fueron indispensables.

El hecho de grabar la representación del servidor tanto sus huellas como sus astas nos indica que el sitio de La Falsa fue un lugar de ritos de cacería, y donde la magia simpática jugó un papel importante dibujar lo que se quería cazar.