LA FUERZA Y DAÑOS DE OTIS, PONE POR LOS SUELOS LAS PRÁCTICAS POPULISTAS DEL RÉGIMEN

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Luis Fernando Hernández González.

Queda demostrado ante una realidad catastrófica de dolor e incertidumbre lo que hoy que exhibe a la actual adminstración nacional que encabeza Andrés Manuel López Obrador, por la serie de circunstancias provocadas por este siniestro y monumental fenómeno natural y sus consecuencias en una población indefensa, insegura, además carente de orientación, protección para este tipo de calamidades en su resguardo.

 En inicio por no haber asumido con la seriedad la fuerza y efectos que diagnosticaban los organismos internacionales y nacionales que describían los comportamientos que traía en formación este grave flageló que se avizoraba en el pacífico, y cuya descripción de ruta tocaría a gran escala e inusitada velocidad las costas guerrerenses, misma que provocaría efectos catastróficos en su escala de 4-5 puntos de medición.

Al no tomar esta nota referencial, cabe destacar que hace una semana los servicios de información meteorológica de los noticieros de televisión anunciaban que se había formado y se dirigía hacia las costas de Guerrero la tormenta tropical Otis. Dos días después, el martes 17, ya era huracán categoría 3 y aceleraba su avance hacia Acapulco. En las primeras horas del miércoles 18, Otis, categoría 5, atacó al puerto turístico con vientos sostenidos de 270 kilómetros, lo hizo por más de cinco horas.

La sociedad sufre el gobierno planea ir en su auxilio.

Al pasar por alto sin tomar las debidas medidas y precauciones la autoridad nacional encabezadas por el mismo López Obrador y los organismos oficiales de protección civil, expuso de manera flagrante a una sociedad civil cuyas consecuencias hoy lamentamos todos los mexicanos en pérdidas de vidas y graves daños materiales, que será sin duda difícil de resarcir en varios años y cuantiosas inversiones de recursos para su restablecimiento de subsistencia ordinaria.

La realidad hoy en día, nos muestra a una sociedad acapulqueña agraviada, irreverente e irritada que desafía a la autoridad por la serie de medidas adoptadas en su auxilio, al ser estas de manera errática que muestra lejanía y respuestas claras y contundentes al dolor que viven estos habitantes y sus actuales condiciones que les limitan el existir.

Son definitivamente las limitaciones del mandatario cuando nos dice a los mexicanos que “no nos fue tan mal”.  Pues al mostrar su expresión definitivamente no escucha, no ve, no siente, no palpa, no percibe el dolor y el mal que la gente ha perdido y que tenía, junto con su fuente de empleo, a quien hoy no tiene agua para beber, vivienda que habitar, a quien perdió decenas de millones en inversión, y por supuesto a quien perdió a un ser querido y parte del orden en su vida y en su familia.

Las carencias de auxilio lo vemos cuando el aparato estatal dispuesto por el mandatario nacional busca asumir el total de acciones que den respuesta a auxilios y carencias provocadas en la catástrofe, indicando que sea exclusivo tanto el ejército nacional, la marina y la guardia nacional quienes esté a cargo de esta urgente respuesta demandada, los resultados a 10 días los percibimos, carencias alimentarias, carencias salud, carencias de agua para el consumo y uso humano, viviendas destruidas, vialidades fragmentadas, electricidad incompleta e incomunicación vial y carretera. Recordemos que son las mismas palabras del presidente de la nación, con las que a toda costa su gobierno federal, busca evitar la participación de la sociedad civil de México, misma que dispuesta está en ir en apoyo solidario a estos hermanos nacionales en desgracia.

Definitivamente es más grande su protagonismo que cobijado en un falso populismo gubernamental especula con esta fatal condición de desgracia que sufre la población afectada que lo ha perdido todo, trabajo, patrimonio y confianza en su auxilio.

Esta zona de desastre conjuntamente con la irritación social de sus habitantes muestra su repudio ante la autoridad nacional, estatal y municipal al ver inconsistente la respuesta de urgencia en la situación que hoy les afecta para su vida ordinaria.

Hoy vemos que el populismo del régimen, fue abatido por Otis, ante su escaza respuesta gubernamental en este desastre social.

Se expone el presidente de manera total ante la adversidad,

esta imagen describe su impericia como gobernante.