SER POLÍTICO ANTES QUE DIPLOMÁTICO

0
421

José C. Serrano Cuevas.

El pasado 9 de noviembre se publicó en los medios informativos que el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso a Omar Fayad Meneses como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante el Reino de Noruega. Por medio de un oficio con estatus de prioritario, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) notificó a la Secretaría de Gobernación (Segob) para que informe a la Mesa Directiva del Senado de la República la propuesta que emite el Ejecutivo Federal, con el fin de que el designado sea ratificado y pueda ocupar su nuevo cargo.

Cuestionado sobre si se antepone el nombramiento de políticos por encima de quienes tienen carreras consulares, el mandatario respondió: «Sí, la política es un noble oficio. Yo le diría que para ser un buen diplomático se necesita primero ser un buen político».

Queda claro que el jefe de las instituciones que conforman su gobierno, desconoce o desdeña, por ejemplo la existencia y operación del Instituto Matías Romero (IMR), academia diplomática de México creada en 1974 por la SRE con el propósito de formar y capacitar a los diplomáticos mexicanos.

A 49 años de su establecimiento, se ha consolidado como una institución de excelencia y su presencia nacional e internacional se ha fortalecido al ser considerada como una de las mejores escuelas de formación de quienes tienen vocación como servidores públicos en el exterior.

Una de las funciones sustantivas del instituto es coordinar los procesos de evaluación académica en los concursos de ingreso y ascenso del Servicio Exterior Mexicano.

Además, el instituto organiza e imparte cursos y diplomados sobre temas de actualidad de la política internacional, celebra conferencias y seminarios con la participación de especialistas nacionales y extranjeros y realiza diversas actividades de difusión de la política exterior y las relaciones internacionales de México.

El Servicio Exterior Mexicano es el cuerpo permanente de funcionarios del Estado encargado de representarlo en el extranjero, responsable de ejecutar la política exterior de México, de conformidad con los principios normativos que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El Servicio Exterior depende del Ejecutivo Federal.

El ingreso como miembro del personal de carrera de las ramas diplomática o consular se realiza mediante concursos públicos generales, cuyas convocatorias son difundidas en los medios de información.

Para ingresar al servicio de carrera se requiere ser mexicano por nacimiento, tener buenos antecedentes, estar apto física y mentalmente y no pertenecer al estado eclesiástico.

Las etapas eliminatorias del concurso también incluyen un examen de cultura general orientado a las relaciones internacionales, examen de español, exámenes para comprobar el dominio del idioma inglés y la capacidad para traducir alguno de los otros idiomas oficiales de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la elaboración de un ensayo sobre un tema de actualidad en política exterior y un período de experiencia práctica en la SRE.

Cualquier persona que haya viajado al extranjero, conoce la importancia de saber en qué lugar se encuentra la embajada o consulado de su país de origen en la nación que se encuentra visitando.

Ambas instituciones son representaciones diplomáticas de un país en concreto en el extranjero, pero las funciones de cada una de ellas son diferentes.

Una embajada es el organismo que está encargado de representar a un país de forma permanente. De manera habitual, suele localizarse en la capital del país extranjero.

Las embajadas tienen una mayor categoría que los consulados ya que es la máxima autoridad oficial de un país en otro Estado. Lo común es que sólo exista una embajada en el país receptor; sin embargo, puede haber más de un consulado.

Los consulados no desempeñan funciones de máxima representación, pero no por ello deja de cobrar importancia. Estos también velan por los intereses del Estado al que representan. Se encargan de la asistencia y atención de cada individuo personalmente. Protegen físicamente a los miembros de su país de referencia. Se encargan de la tramitación de documentos legales, como puede ser un pasaporte o un visado, cuando se requiera.

El presidente López Obrador, en lo que va de su administración, ha renovado 16 cargos en el Servicio Exterior Mexicano, de los que la mitad carece de trayectoria diplomática. Omar Fayad Meneses será una raya más en la piel del tigre.