Amaranta Madrigal.
Te cuesta caminar
el sillón tomó tu forma
te quedaste quieto
estancado en el rincón
por miedo a vivir
a romper el molde
te cuesta hablar
te cuesta escuchar
es falso haber cumplido
todavía debes pagar
te cuesta la vida
te cuesta el devenir
les debes:
Por respirar
por la luz del sol
por el agua del mar
por el colibrí de la mañana
la ardilla del mediodía
el venado de las tardes
y el cardenal de las horas imprevistas.
¡Levántate!
Aún debes
hay que pagar con bondad
con transferencias de alegría
con cheques de generosidad
con tarjeta de caridad
y efectivo de arrepentimiento.