Jesús M. Moreno Mejía.
“Será preciso mucho tiempo para
distinguir a los embusteros, de
aquellos que dicen la verdad.”
Mahoma.
Se recurre tanto a la mentira en la política mexicana, por ejemplo, que los líderes de los la oposición no están necesariamente están esperando el gran triunfo de la candidata de la coalición, Xóchitl Gálvez, sino que ellos sólo esperan asegurar ser nominados legisladores de mayoría relativa (también conocidos como plurinominales), sin necesidad de recurrir al voto directo de los ciudadanos.
Claro está que ni Alejandro (“Alito”) Moreno, presidente del PRI; ni Marco Cortés, presidente del PAN; ni Jesús Zambrano, presidente del PRD, van a admitir públicamente que quieren formar parte de la nueva Legislatura del Congreso de la Unión al término de las elecciones de junio de 2024, pero si tener el mayor número de curules en la Cámara Baja y de escaños en el Senado, tanto por el voto directo de la ciudadanía, como la vía de la representación proporcional.
Recordemos que en la Ley General y del (COFIPE) Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, existe un apartado relativo a la elección de representación proporcional, que establece que los ciudadanos no votarán por determinados políticos, sino que lo harán los representantes de partidos, considerando para ello que el mismo voto que se emite para los candidatos de mayoría relativa suma, según el partido al que pertenece el candidato votado, habrá una lista de candidatos indirectos, quienes podrán obtener una o más diputaciones si su partido alcanza una cierta cantidad de votos de los totales emitidos en las elecciones.
Se busca que la proporción de votos totales de las llamadas “fuerzas políticas” se traduzca en una representación equivalente, este sistema de elección está pensado para garantizar que las minorías políticas puedan estar representadas en el Congreso, ya que aun cuando una expresión política no lograra los votos para ganar por el principio de mayoría relativa, la voluntad y voz de las personas que votaron por ellas debe ser garantizada en términos proporcionales.
Lo anterior fue un breviario electoral, pero volviendo a las mentiras y los problemas en el ámbito político pre-electoral (porque si ahondáramos tiempo atrás, no acabaríamos de mencionar las más significativas en todo un año), comenzaríamos con algunas falsedades escogidas al azar, tanto en el ámbito del oficialismo como en el del bloque opositor.
Comenzaremos con la selección lograda por Claudia Sheinbaum como la virtual candidata a la Presidencia de México, mediante una encuesta popular entre partidarios y simpatizantes del llamado movimiento político la Cuarta Transformación (4T). Se utilizaron varias empresas encuestadoras que dieron como triunfadora a la candidata de Morena. Sin embargo, hubo voces de desacuerdo en los resultados, entre ellos el ex canciller, Marcelo Ebrard, quien aún se conserva en dicha postura.
Cabe la pregunta para muchos: ¿Fue una auténtica selección o fue una designación encubierta “desde arriba” (el presidente Andrés Manuel López Obrador)? Y como prueba de autenticidad del procedimiento, el mandatario le entregó el bastón de mando de la 4T a Claudia, para que fuera ella quien decidiera que hacer dentro del movimiento. La duda, sin embargo, quedó en el aire
Situación similar ocurrió con la selección de la ahora precandidata del frente opositor (el que por cierto ha cambiado de nombre en tres ocasiones: “Frente va por México”, “Frente Amplio por México” y más recientemente, “Fuerza y Corazón por México”, quedando finalmente Xóchitl Gálvez, que por cierto, según encuestas realizadas por periódicos capitalinos, al parecer ha ido perdiendo terreno en las preferencias pre-electorales.
No es nuestra intención entrar en mayores detalles de la problemática interna del frente opositor, pero analistas políticos indican que la caída de las preferencias de Xóchitl, se deben principalmente a que no presenta ninguna propuesta de solución a la situación actual del país y sólo insiste en dar a conocer pormenores de su vida y cómo llegó a tener éxito en la vida. También debería saberse de los desencuentros de los líderes de los tres partidos de dicho frente político, que niegan públicamente.
Las mentiras y los problemas internos de los políticos de uno y otro bando, siempre han sido captados por la ciudadanía interesada en formarse un criterio serio de los contendientes de las elecciones del 2 de junio de 2024, en la que se incluyen elecciones de 128 senadores y 300 diputados federales (más 200 plurinominales), que integrarán la próxima legislatura, así como gobernadores de nueve estados de la república.
Cerramos esta colaboración con el pensamiento de Abraham Lincoln: “Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos, todo el tiempo”.
¡Hasta la próxima!