José Luis Rodríguez Flores.
En edición No. 408 del 1º. de octubre de 2021 de El Periódico de Saltillo, me referí al libro publicado por mi hija María José Rodríguez Cano en España, titulado “COCO CAMBIA DE CASA” por la editorial EDICIONES SM primera edición de junio de 2020, bello libro infantil, el motivo por el cual escribí en relación a dicho ejemplar, por desgracia para nuestro país México, no ha cambiado nada o en ciertos casos ha empeorado, por ende insisto que la principal manera que podamos en México mejorar las condiciones de vida de nuestros conciudadanos, es corregir y ampliar la cultura infantil a través de cuentos, leyendas, obras infantiles, y seguir inculcando a nuestros hijos y nietos la pasión por la lectura, el cine infantil y el arte infantil, en menuda edad, que podría ser influenciado en parte, por los cuentos infantiles sobre los cuales me referiré enseguida, y otros muchos más que día a día se van haciendo o reinventado con la creatividad de escritores, literatos, editores, libreros, cineastas, artistas de obras de teatro infantiles, y cualquier otro tipo de manifestación que provoque en los niños la inquietud por la lectura de los cuentos, el cine, el teatro y el arte.
El día de ayer la secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde, en la conferencia mañanera modificó a la baja el número de personas desaparecidas, aduciendo que las cifras podrían que estaban registradas en el REGISTRO DE PERSONAS DESAPARECIDAS NO ENCONTRADAS de 110,964 hasta el 20 de agosto de 2023 solamente pudieron confirmar 12,377 un 11% (Editorial, 2023). Esto, al haber localizado a 16.682 (15 %), haber ubicado -pero no localizado- a 17.843 (16 %), haber hallado 26,090 registros (24 %) sin datos suficientes para identificar y haber establecido 36,022 (32 %) como registros sin indicios para la búsqueda. Además, también dieron con 1,951 (2 %) registros duplicados. Independientemente si pudieran ser los 110,964 o bien por algún motivo se pudiera considerar que si hay algún error, y fueran los 12, 377 personas desaparecidas que reconoció el 14 de diciembre de 2023 la Secretaria de Gobernación y el gobierno federal, en voz de Luisa María Alcalde, no es cosa menor.
Lo que narro enseguida, cómo se dieron en Prusia cuando había guerra, para modificar y cambiar la cultura y evitar más derramamiento de sangre, sería probable a través de los cuentos infantiles, según se desprende de versión narrada en HISTORIA de NATIONAL GEOGRAPHIC (Hernandez, 2023)
A inicios del siglo XIX, Prusia estaba en guerra contra la Francia de Napoleón y el país vivía un periodo de exaltación nacional. En ese contexto de búsqueda de las raíces alemanas, dos jóvenes hermanos, Wilhelm y Jacob Grimm, recibieron el encargo de recopilar historias populares de las diferentes regiones que ayudaran a fomentar ese espíritu nacional. Los hermanos Grimm llevaron a cabo una exhaustiva recopilación de historias infantiles tradicionales alemanas que culminó con la publicación de una serie de relatos que se han convertido en los cuentos infantiles más célebres y más editados en todo el mundo.
El origen de uno de los libros de literatura infantil más populares de la historia se encuentra en la colección de poesías basadas en cuentos populares alemanes de los escritores Clemens Brentano y Achim von Arnim, que aparecería en tres volúmenes, entre 1805 y 1808. Brentano y Arnim formaban parte del círculo romántico de Heidelberg y eran fieles seguidores de las teorías de Johann Gottfried Herder, quien mantenía que la poesía era el alma o el espíritu del pueblo, por lo que era necesario recopilar los testimonios de las literaturas populares desaparecidas a fin de recuperar y entender ese espíritu, diferente en cada nación. Siguiendo estos postulados, los dos amigos se esforzaron por recuperar los tesoros de la antigua poesía popular alemana que se creían perdidos, para rescatarlos y entregarlos de nuevo al pueblo.
Jacob y Wilhelm eran naturales de Hanau, en el Principado de Hesse-Kassel. Con poco más de diez años Jacob y Wilhelm habían perdido a su padre, funcionario de profesión, lo que sumió a su familia numerosa (en total eran seis hermanos) en graves dificultades económicas. Tan sólo gracias al apoyo de una tía que residía en la corte pudieron continuar sus estudios y trasladarse en 1802 a Marburgo para estudiar Derecho. No podían imaginar que allí descubrirían una vocación que determinaría sus vidas.
Por otra parte, sería Charles Perrault (M., 2023) modificó los cuentos según relatan en National Geographic de cuentos macabros a cuentos blancos infantiles modificando la versión original. La edición original contenía ocho cuentos: La bella durmiente del bosque, Caperucita Roja, Barba Azul, El Gato con Botas, Las hadas, Cenicienta o el pequeño zapato de cristal, Riquete el del copete y Pulgarcito. En posteriores ediciones se añadieron otros tres: La paciencia de Griselda, Los deseos ridículos y Piel de Asno. Ninguna era una historia original, algunos habían sido compilados anteriormente por el escritor napolitano Giambattista Basile, pero Perrault fue el primero que les dio una forma canónica y, además suavizó muchos detalles que originalmente eran bastante macabros. Eso se debía a que el propósito de los cuentos populares era dar una lección moral o advertir sobre un peligro, por ejemplo, de fiarse de los extraños como hace Caperucita Roja, pero a menudo lo hacían de forma extrema y ciertamente no apta para niños.
Por ende no me canso en insistir que debemos modificar nuestros hábitos de lectura, y cinéfilos, debido a que si pones la televisión o vas al cine, te encontrarás que la mayoría de las películas contienen sexo, droga, asesinatos, busquemos influir a través de la cultura impulsando a nuestros infantes, para que sean más creativos, y se inclinen hacia el bien común y no tuerzan sus conductas a la vida desenfrenada. Coco mi hija, aparte de sus libros infantiles, plasmó en la fachada del jardín de niños donde estudia mi nieta Aurora, un mural infantil, sencillo, pero implica una diferencia y abre un cambio de mentalidad a los niños, hacia la creatividad y la innovación, usted que opina.
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