José Guadalupe Robledo Guerrero.
Dentro de unas horas llegará a su fin el año 2023 y comenzará el 2024, que dará inicio a los nuevos propósitos que cada quien se haga para tratar de cumplirlos durante el año nuevo, en medio de las circunstancias especiales que nos depara a los mexicanos este nuevo ciclo.
Para empezar, comenzaremos 2024 con un aumento del 4.32% del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), aprobado por la secretaría de Hacienda y que elevarán los precios de las gasolinas (Magna y Premiun), el diésel, los refrescos y los cigarros; los mismos productos que el gobierno federal siempre aumenta para recaudar más impuestos, que en este caso le servirán para comprar más votos para la elección del presidente, diputados y senadores.
Muy lejos quedó aquella promesa de López Obrador de una gasolina de 10 pesos el litro, que hasta hoy tiene -antes del aumento de IEPS- precios de más de 22 y 25 pesos por litro, pero es ocioso repetirlo, pues AMLO nada a cumplido de lo que prometió en campaña, ni siquiera entregará sus caprichosas obras totalmente acabadas y funcionando para lo que fueron hechas, tampoco sabemos si entregará el poder a la ganadora de la elección, menos tenemos seguridad que se irá a La Chingada, su rancho en Palenque.
Con esta elección de Estado, como la han calificado los observadores, los mexicanos participarán en esa justa democrática en medio de la polarización, la injerencia del crimen organizado, del ejército y de los servidores de la nación, amedrentando y obligando a los ciudadanos a votar por la candidata oficialista, que no es otra que Claudia Sheinbaum, la favorita de AMLO.
2024 será también el final del sexenio de López Obrador, durante el cual seguirá insistiendo en desaparecer todos los organismos ciudadanos que la sociedad civil tardó décadas en construir y que han servido como un equilibrio ante el poder omnímodo del presidencialismo mexicano que representa AMLO, su Cuarta Transformación y Morena. También el poder judicial será una de las instituciones que López Obrador colonizará con sus incondicionales y fanáticos, para que sirvan a sus deseos autoritarios y dictatoriales.
Por esta razón, AMLO se empecina en que su elección de Estado consiga ganar la presidencia de la república y la mayoría calificada del Congreso de la Unión, es decir, el poder legislativo compuesto por diputados federales y senadores, para hacer una Constitución a modo y desaparecer todo aquello que no se pliegue a sus deseos, a fin de constituir un régimen que no pedimos ni deseamos los mexicanos, pero que tiene el respaldo de millones de ciudadanos que son beneficiarios de los programas sociales, cuyos apoyos económicos son pagados con dinero de los contribuyentes que pagan impuestos.
Sea cual fuere el resultado electoral de 2024, lo cierto es que el gobierno de AMLO dejará -si es que abandona el poder- un México plagado de violencia, asesinatos, desapariciones, feminicidios, extorsiones y terror, sin justicia ni seguridad pública y de salud, con la tercera parte del territorio nacional en manos de los cárteles del crimen organizado y amparados por la protección e impunidad que les otorga el gobierno federal, basados en la frase lopezobradorista de “abrazos no balazos”.
AMLO también dejará un país militarizado, en donde las fuerzas armadas se han convertido en mil usos que controlan aduanas, puertos, aeropuertos, construyen trenes, refinerías, aeropuertos, y se harán cargo del Tren Maya y Mexicana de Aviación, dejando a un lado su responsabilidad institucional que es darle seguridad al pueblo de México, y violando las disposiciones de Benito Juárez y Lázaro Cárdenas, de que el ejército no debe realizar funciones de los civiles y no deben meterse en política.
Por eso, devolver al ejército a sus cuarteles y combatir al crimen organizado, que tiene presencia en decenas de países de Europa, América y Asia, será difícil de lograr. Colombia, por ejemplo, no ha podido salir del narcotráfico que dominó a ese país desde la época de Pablo Escobar.
Para qué repetir el daño que le hizo a México el desgobierno de AMLO, en lo que respecta a educación y salud. De la corrupción que López Obrador prometió terminar, solo quedan las promesas incumplidas, de las cuales ya se percató la sociedad mexicana. Según la última encuesta realizada por Mitofsky, el 74% de los encuestados señalan que en el actual gobierno hay mucha corrupción, pero el 56% lo aprueba.
Según los especialistas en cuestiones electorales, estos resultados de Mitofsky pueden incidir en las próximas elecciones. Tal vez por esa razón, Morena ha hecho creer con la propaganda partidista en los medios y el internet, que la elección ya está definida en favor de Claudia Sheinbaum, aunque a decir verdad, nada está escrito y AMLO puede perder la elección, y si esto sucede nadie sabe en que terminará el proceso electoral, pero no hay duda que un golpe de estado no es una cosa que pueda considerarse del otro mundo.
2024 será para los mexicanos una dura prueba, en la que México fincará su futuro. Ojalá estemos al nivel que el país reclama. Alea Jacta Est.
Política aldeana
Otra vez, en la pasada navidad, los empresarios del transporte urbano y sus empleados volvieron a hacer de las suyas. Aprovechando la euforia navideña de consumismo, los taxis y los camiones del transporte urbano dejaron sin servicio a los saltillenses en estas fechas, con la anuencia y complicidad de las autoridades municipales encargadas de tal función. Por eso nos preguntamos ¿Qué hace entonces el sedicente director del Instituto Municipal del Transporte, Héctor Gutiérrez Cabello “El Peque”?
Preguntas huérfanas
¿Por qué costó 2,700 millones de pesos la mega farmacia de AMLO si es solo una bodega grande?
¿Quién o quiénes son los beneficiarios o ladrones de los presupuestos alterados de las obras de AMLO, todas ellas con millonarios sobre costos?
¿Qué tan cierto es, que según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) México es más pobre que 9 países latinoamericanos?
¿Qué tan realista y con resultados comprobables es combatir la violencia y la drogadicción con la familia y el amor, según han dicho AMLO y el presidente de Colombia Gustavo Petro, ambos acusados por nexos con el crimen organizado?